miércoles, 18 de septiembre de 2013

NACIONALISMO..., ESA PLAGA...



NACIONALISMO. ESA PLAGA…
Con motivo de la gran difusión de la celebración de la DIADA  de Catalunya 2013 se han desbordado los diques de la moderación en España, reaccionando unos con sonrisas  minimizando  y ridiculizando la conciencia nacional de los catalanes. Otros, los más sesudos, expresan criterios racionales para  demostrar que el nacionalismo es perverso, que perjudica a los pueblos que lo sienten, que lo solidario es el universalismo, tal  como  se practica en España, Francia y unos pocos países que han quedado anclados en el centralismo trasnochado y cerril. A todos estos que sugieren a los catalanes que se dejen del infantilismo de la identidad y que se preocupen de temas de entidad, como el paro, la cohesión  y la solidaridad nacional, alguien tendría que explicarle que no debe ser tan perverso y egoísta su sentimiento identitario, pues  todos los pueblos lo sienten; unos a favor de la nación española o francesa, otros a la americana o rusa o a la que sea, pero todos perciben un afecto por el lugar en donde han nacido. El signo de sensatez es asumir que ser vasco, catalán o español no es ningún mérito: no se nace donde se ha querido, fue donde estaba su madre al venir al mundo. Pero todos tenemos inevitablemente el sentimiento de nostalgia por la tierra que nos vio nacer. Por eso, los que quieren despreciar el nacionalismo y dicen que su patria es el mundo y las banderas,   trapos, están expresando una boutade y es el argumento de los bribones que creen que se puede negar el sentimiento de amar la propia tierra. Por qué será que siendo tan nefasto el sentimiento nacionalista, cada vez está más extendida esa pasión entre los pueblos que van adquiriendo su sentido identitario, en cambio se quedan solos los defensores de los símbolos centralistas que sólo sirven para ser  ridiculizados por los que pertenecen a las nacionalidades?. Los nacionalismo que defienden los que aman su idiosincrasia diferente son solidarios con los demás pueblos porque es  su propia supervivencia y  para defensa de los que se sientan asfixiados por el centralismo, pues saben que la libertad de todos los pueblos garantiza la igualdad, y la solidaridad surge espontánea y no como la que imponen las metrópolis a las naciones colonizadas bajo el argumento de que lo impide la Constitución. Contra la voluntad de libertad de un pueblo concienciado no hay constitución ni ejército que sea capaz de contener las ansias de libertad de una nación con su identidad. Parece mentira que los centralistas no hayan aprendido de las muchas experiencias de la historia .y se empeñen en mantener tesis de los siglos XIX y XX.. Mientras, paciencia y resistir hasta la victoria.

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