NUNCA ES TARDE…EN GRAN BRETAÑA
El Supremo británico
ha anulado dos condenas a Gerry Adams
por tratar de escapar de Maze, prisión reservada a los presos del IRA. Con la particularidad de que ha tardado 47 años en
emitirla. Debe ser norma de los tribunales supremos el dilatar las sentencias, pues sus miembros “están abrumados de trabajo y la justicia no tiene plazos” . Como
la actuación de los tribunales superiores españoles a los que los
juicios que se le acumulan. Aunque a decir verdad, en el nuestro los jueces saben priorizar las causas contra vascos o catalanes, pues en ese caso son
capaces de emitir sentencia en horas si se consideran asuntos de estado. El CGPJ tiene además la particularidad de que incumple
la legislación, pues lleva dos años de mandato caducado. Se da el caso de que en
el 2018 PP y PSOE acordaron regularizar esa situación de ilegitimidad y se nombró al Juez Marchena presidente. Pero los duendes se movieron y el
senador del PP, Ignacio Cosidó , publicó
un whatsapp en el que aseguraba a sus
correligionarios que “con este presidente
al frente del CGPJ se podría
controlar el alto tribunal desde atrás”. El eximio juez tuvo que renunciar avergonzado, pues se hizo
público su nombramiento antes de constituirse
la junta de vocales que debería elegirle. En desagravio se le nombró presidente del Procés contra
los independentistas catalanes, emitiendo sentencia en menos de tres meses, lo
cual es muestra de su eficacia si conviene. Volviendo a la tradicional
ejemplaridad de los tribunales ingleses,
la realidad es más prosaica, pues ahora el Supremo admite que la orden de detención no
fue cursada por la autoridad competente, aunque han tardado 47 años en descubrir el error. También merece elogiarse su seriedad, pues entre 1971 y 1975, fueran encarceladas 2000 personas sin juicio, denunciándose ante los tribunales como violación de las libertades civiles.
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