miércoles, 1 de agosto de 2018

LLARENA DE NUEVO EN OTRO JARDIN


 LLARENA  DE NUEVO EN OTRO JARDIN.
A Don  Pablo le crecen los enanos: las autoridades belgas  presentan una petición al juez Llerena  para comparecer ante un tribunal de este país el 4 de setiembre  porque le ha demandado Puigdemont  “por no respetar su derecho a la presunción de inocencia y por no ser imparcial”. El juez decano de Madrid ha juzgado la petición de “improcedente” y no se la cursará. Los letrados de Puigdemont afirman que según la  Ley Orgánica  del Poder Judicial un juez no puede seguir una causa si  ha sido demandado por una de las partes. El juez decano argumentará en su respuesta al tribunal belga peticionario que “un juez de otro país no puede entrar a valorar la instrucción de otro por una mera petición de los investigados” Alguien debería aconsejar a Pablo Llerena que se retire de la justa judicial que lleva camino de perderse en el laberinto, pues cualquier iniciativa que toma se convierte en pimienta para los jueces extranjeros y en lugar de enjuiciar a Puigdemont va a tener que defenderse a sí mismo  a consecuencia de los  errores que comete y  el caso en el que se ha enfangado por afán de venganza va a ser su perdición. Ya lo dice el cínico: “si no sabes cómo salir, evita entrar, pues vas a tener que pedir auxilio a tu enemigo”. Reiterarse en el error como lo hacen los jueces españoles, sorprendentemente está logrando  tener en contra a los tribunales internacionales, no se sabría si es porque ignoran los procedimientos y leyes o porque están habituados a que nadie ponga en duda sus sentencias.  De todas formas nuestros jueces se deberán sentir confortados al comprobar la defensa numantina de la mayoría de   los medios de difusión que superviven gracias a  los  apoyos del estado. Más que jueces vamos a necesitar un Redentor.


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