viernes, 5 de mayo de 2017

LAS SUBORDINADAS Y CAJA LABORAL



 LAS SUBORDINADAS Y CAJA LABORAL
Esta entidad de crédito ha sido una de las más activas a la hora de colocar estos títulos  entre sus clientes, mayoritariamente ancianos y jubilados en la que han confiado  porque a su actividad financiera siempre le ha dado un tono popular en  defensa de los intereses de los trabajadores vascos. Al iniciarse la salida al mercado  la clientela acudía orgullosa a a suscribir las subordinadas, pues se las  ofrecía una entidad “sin ánimo de lucro”: ese era el slogan que tanta popularidad le dio. Pero  se han visto dolorosamente engañados porque esos títulos, que la CLP garantizaba  que eran reintegrables a la vista, ha supuesto un abuso manifiesto y que  los jueces están confirmando en sus sentencias. La falsedad de su  información  se demuestra porque en el folleto publicitario para colocar estos valores explicaba de una manera intencionadamente confusa que el suscriptor era el último en la cadena de prioridad a la hora de su exigibilidad ante la empresa emisora.   Han perdido un 90%, de su valor es decir, unas preferentes por las que se pagó  inicialmente 100 €, valen ahora 10 €. Pero es que, además, ante las reclamaciones de los clientes sorprendidos por tal pérdida y ante la imposibilidad de recuperar su inversión, se ha encontrado que  CLP se vale de infinidad de argucias, que traiciona la buena fe de los clientes, quienes han terminado por reclamar su recuperación por la vía judicial, a las que los jueces en sus sentencias les dan  sistemáticamente la razón, como es lógico. Han falseado la documentación  para demostrar la    capacidad de los clientes para entender que  no se trataba de títulos de alto riesgo, aunque las sentencias determinan lo contrario. No sólo han arruinado a sus clientes, sino que, además, les  cobran derechos de custodia calculados sobre el  nominal, a pesar de la pérdida del 90% del valor efectivo, con lo que los gastos citados supone incrementar la pérdida a la experimentada por el desplome de su cotización. Si se reclama por  dicho abuso, el Defensor del Cliente  responde con una misiva retórica y sin contenido ni justificación de  la pérdida  del 90% de su inversión. Sería encomiable que fueran tan diligentes a la hora de aceptar las reclamaciones de los perjudicados que   defenderse con  argumentos ofensivos y sin fundamento   ante los tribunales para justificar los quebrantos a sus clientes. Si Arizmendiarrieta levantara la cabeza….


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