RESPONSABILIDAD DE LOS PARTIDOS ABERTZALES
El PNV y BILDU, vencedores de las últimas elecciones, con 28 y 18 parlamentarios poseen una cómoda
mayoría que les permitirán presentar iniciativas legales relacionadas con derechos
identitarios de los vascos a los que
representan. Deben evitar los tics de los partidos españoles que se preocupan
de trivialidades y competencia entre ellos, mientras la economía se desploma y no se atreven a iniciar conversaciones serias en Catalunya para encauzar el referéndum convertido en cuestión de estado.
Entre ambos partidos poseen el 61% de parlamentarios y el 59% de los votos
emitidos. Conviene reiterar estos datos,
pues en Catalunya el número de votos independentistas es inferior al de
constitucionalistas y es el argumento que esgrime Madrid para bloquear
cualquier iniciativa. Sin contar, además, con
la difusa actitud de AHAL DUGU- PODEMOS. Ambos partidos abertzales deben
tener muy claro que esta oportunidad es un tren que no volverá a pasar y que no
aprovecharla les será demandado por sus electores que les votaron en base a
programas que incluyen la voluntad de convocar un referéndum identitario y
plantear con realismo los acuerdos democráticos
tomados en el Parlamento Vasco al respecto. Se necesitará vigor y
convicción para presentar en Madrid un proyecto que será rechazado y ninguneado como a los catalanes. Aunque sin
ser el mismo caso, debería servir a los vascos para evitar errores cometidos, pero también aprender de sus
aciertos y de su firme voluntad de convocar el referéndum pactado o no con Madrid para decidir
constituirse en nación soberana. Los vascos tenemos la ventaja de que tanto el
número de parlamentarios como los votos independentistas son abrumadoramente
favorables a las tesis independentistas. Por ello hay que evitar personalismos
y partidismos que dispersan la cohesión
de la ciudadanía, pues esas pugnas son el caldo de cultivo para la filosofía del “divide y vencerás”, que
tantos réditos ha generado a las fuerzas constitucionalistas, que, siendo minoritarias,
han logrado difuminar los objetivos nacionales vascos a base de revolver en el basurero y dar protagonismo a los minoritarios
españolistas PSOE, PP y a partidos como
estrellas fugaces, sin expectativas, pero molestos incitados desde Madrid para que los
nacionalistas mayoritarios se mantengan disipados
cuestionándose si son galgos o podencos. ¡Aurrera, bildurrik gabe!
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