RESPETAR LA DIGNIDAD DE GRECIA
La implacable maquinaria de propaganda de los países que
quieren humillar la dignidad y el derecho a la libertad del pueblo griego, se
ha puesto en funcionamiento tratando de que aparezca ante la comunidad de pueblos libres como si se tratara de vagos,
oportunistas que quieren vivir a cuenta de los países ricos de la UE. Los
miembros de la Troika y los ministros de finanzas son insaciables: carecen de
cualquier rasgo humanitario. Quieren dar un castigo ejemplar para que sirva de
aviso a navegantes a otros estados que
estén en riesgo de default. El trato
degradante al que se está sometiendo a la población griega, después de sacrificios
sin fin, debería hacer que los ciudadanos de los demás países saliéramos en su
defensa, pues todos tendríamos mucho que ocultar como para actuar como pavos reales. Si ha habido un
país al que se la han perdonado deudas ha sido a Alemania. Su dureza y la falta de humanidad para tratar a quienes
no se les puede exigir más, es el pueblo alemán, la cuna del nazismo y que tuvo
el instinto, la crueldad y el rigor de crear los KL, el gheto de Varsovia y fueron capaces de invadir Grecia, a la que
arruinaron llevándose oro, obras de arte y valores que equivaldrían a las
deudas de los griegos contraídas ilegítimamente en connivencia con la banda de
rapaces en que se ha convertido la UE, es indignante que, quienes masacraron precisamente la cuna de la
democracia, ahora de nuevo la invadan,
aunque sin Luftwaffe, Wehrmacht o
GESTAPO. Las formas hoy son discretas,
aunque con mayor eficacia: tienen a su servicio el BCE, al frente del cual han colocado
a un ilustre estafador que fue el muñidor que presentó las cuentas falseadas de
Grecia, con el aval de gobiernos corruptos, para que ser admitida en la UE. Además, les rinde
pleitesía una cohorte de monaguillos sumisos, entre ellos nuestro ilustre y
servil De Guindos, quien está haciendo méritos para que le nombren Presidente
del Eurogrupo. Alemania pone de nuevo a todo el pueblo griego de rodillas y en
trance de convertirse en una colonia de los que les invadieron y arruinaron
durante las hazañas del nazismo, sin que hayan respondido de su
arrogancia. Grecia no merece ser tratada
como un pueblo de esclavos. Su dignidad debería ser también la nuestra y defenderla
con orgullo.
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