UE: EL NUEVO EJERCITO DE PEP BORRELL.
Como era de esperar, la crisis humanitaria entre Polonia y Bielorrusia es terreno abonado para que los halcones militaristas de todos los países aprovechen para activar sus obsesiones belicistas y potenciar la formación de ejércitos como solución. Cuanto más tensión haya, más armamento y militares. Era de esperar: los necios como Borrell son los que apagan los incendios echando gasolina y en lugar de a los bomberos llaman a los militares que incentivan la propagación de los enfrentamientos hasta que tienen que acudir a los civiles para que negocien la paz, mientras vuelven a meter a los militares en los cuarteles hasta que se les pase el furor guerrero y el virus del heroísmo a la espera de recuperar la fiebre armamentista alardeando de sus fantásticas hazañas bélicas sobre ruinas y cadáveres en las salas de banderas. El proyecto responde a su criterio militarista que sintetiza “Europa está en peligro, se enfrenta a nuevas amenazas, pues en lo militar la UE es un súbdito de los EEUU” y en un alarde de ingenio lo ha bautizado con el nombre de “Brújula estratégica” . Tendría una dotación de 5000 soldados en disposición de operar de forma inmediata a cualquier situación de crisis. Incluso ya cuenta con la dotación presupuestaria necesaria, aunque exigiría la reducción de otras partidas de gasto social, pero que ya parece que el efecto negativo en la opinión pública no tendría gran repercusión en las finanzas públicas, pues siempre hay fondos para aventuras militares y a la opinión pública se le distrae con el Covid 19, el precio de la luz o el Sétimo Balón de Oro de Messi. Y Frau von der Leyen no ve la necesidad de jubilar a este carcamal de mal genio que en lugar de la diplomacia para solucionar conflictos acude a los militares para incendiarlos con sus “ciencias militares” y sus lecciones de patriotismo.
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