ALGO INEXPLICABLE.
Es difícil de entender la razón por la que la ciudadanía vasca, que ha demostrado a lo largo de sus muchos años de existencia su coherencia, no sea capaz de asumir con naturalidad la alternativa vital: cumplir las medidas de protección contra el Covid 19, versus riesgo real de muerte. Un pueblo que ha demostrado la conciencia de tal no puede eludir los esfuerzos necesarios para no sucumbir. El Gobierno Vasco está siendo contemplativo y hasta miedoso ante algunos grupos de presión, singularmente bares y discotecas que son negocios con escasa estructura y sujetos a ciclos derivados de la irregular difusión del virus y que estén sometiendo al GV a intolerables presiones para que rebaje el nivel de exigencias de controles de la epidemia, cuando son imprescindibles para evitar el contagio general No es admisible la presión que ejercen cuando la alternativa es la vida. No se pueden explotar los deseos de socialización de la ciudadanía, pues es una actividad prescindible por mucho que se desee, pues debería entenderse que debe limitarse por pura subsistencia. Otros sectores de actividad están siendo igualmente sometidos a controles y los aceptan disciplinadamente porque tienen conciencia social. Es evidente, sin embargo, que el GV deberá asumir la parte del coste que representa la inactividad del sector de ocio y restauración de las medidas exigidas para controlar la difusión de la pandemia. De ello no debe existir duda alguna, pues el método de alternativa prueba- error es intolerable e ineficaz. No es válida la disculpa del coste de las ayudas. En situaciones de emergencia hay que movilizar los fondos con imaginación, pues existen, aunque ocultos, y darles destino social para que nadie quede sin la ayuda necesaria a la que se tiene derecho, pues a la hora de recaudar impuestos a todos les son s exigidos. Esa es la misión fundamental de un gobierno con conciencia democrática en situación de emergencia.
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