IÑAKI ARRIOLA ES GAFE.
A pesar de que el inexpresivo socialista tiene suerte y no le falta un puesto de trabajo, parece que le persiguen los duendes y encuentra que en los proyectos de los departamentos que ha liderado en el GV se cruzan las órbitas de los astros todo termina mal y se abre el averno, debe tener algún ángel de la guarda que le protege pues siempre cae de pie. En el vertedero de Zaldibar, donde está aún sepultado un trabajador, apareció en el lugar de la tragedia varios días después dejando al mando a un inexperto sin saber qué hacer. Arriola en declaraciones eludiendo responsabilidades afirmó que el GV ya había notificado que la gestión de los vertederos correspondía a las empresas, como si la administración pudiera renunciar libremente. Arriola estaba desaparecido y todo el mundo le excluía como consejero en el nuevo gobierno. No fue así, se le asignó una consejería "fácil" como la de transportes y la tensión fue desapareciendo. Pero los duendes volvieron a aparecer, pues en las obras del Metro de Donosti hubo que desalojar varios inmuebles porque existía riesgo de derrumbe, paralizándose los trabajos. En el Parlamento Vasco y a instancias de BILDU y para justificar la licitación de nuevas obras por importes mucho mayores se le ocurrió argumentar que “no hay obra así que no tenga incidencia. Esta es compleja y de gran envergadura” Terminó activando el ventilador acusando a BILDU de rescindir el contrato de Deskarga y no depuraron responsabilidades. Arriola mostró su sorpresa al aparecer en las obras agua y arena, lo cual es lógico si se tiene en cuenta que están a pocos metros de la playa. A pesar de que es gafe, la realidad es que su ángel de la guarda se le ha aparecido para descubrirle que en la playa de La Kontxa hay agua y arena.
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