PRESOS
POLITICOS Y EXILIADOS CATALANES
Las autoridades españolas en general y las judiciales en
especial deberían reflexionar para
analizar con realismo los riesgos que asumen al mantener sin control la ira que les provocaron todos los antecedente y en
especial el 1 O que ha puesto el prestigio
de España en el mundo a la altura de un sketch de los Hermanos Marx. Alguien en
la judicatura controla de los revolcones que los tribunales
europeos están propinando a las sentencias de los españoles? Que Puigdemont y
varios consellers del Govern hayan tenido que huir porque los jueces quieren venganza por la humillación de que los tribunales europeos rechacen la consideración
de sedición las actuaciones de los
líderes catalanes con motivo del 1 O. Además, que el juez instructor de todo este festival
judicial deba responder ante un tribunal
belga denunciado por los líderes exiliados por falta de garantías de imparcialidad y haya
enviado a prisión a otros consellers y políticos a pesar de existir documentación
probatoria contundente negando el mínimo indicio de violencia. Alguien es capaz de
evaluar el desprestigio que supone la existencia de presos políticos en la
Europa democrática.?. Los jueces
españoles aplican la Ley del Talión y, parecen ignorar los principios generales del derecho.
Por ahora la UE considera que el Procés es
un asunto interno porque no quiere engolfar aun más a las autoridades españolas, pero con la descontrolada
propaganda de los medios de difusión que
no cesan de activar y acaben por internacionalizar el conflicto, y cuando la
policía o algún político cause alguna víctima irreparable es posible que se
llegue a alguna situación sin retorno y las diplomáticas autoridades de la UE se vean obligadas a condenar lo que hasta
ahora tratan de ignorar mirando para otra parte. Y todo puede agravarse si
Sanchez se ve obligado a convocar
elecciones y las gane la coalición de derechas apoyadas por la
emergente extrema derecha desarrollando sus programas populistas. . Tendremos
que suplicar a Felipe y a Aznar para que nos
rediman?
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