EL DUO “MARLASKA & GARZON”
Admirables estos “jueces
estrella” obsesionados por promocionar su
imagen de divos hasta el límite, pero que se han convertido en histriones, pues ahora no tienen nada que ver con sus épocas de
vino y rosas cuando irrumpieron en los escenarios gozando
de la pasión por la popularidad. La ambición les rebasó y
de jueces vengativos y distantes con que
ejercieron su profesión a sangre y fuego
saltándose todas las normas que les imponía el rígido sistema de la judicatura, ahora se han convertido en protagonistas de todas las salsas con frecuentes resbalones,
para deleite de sus víctimas. No saben
cómo salir de los marrones en que se han metido por ese exceso de
ambición y por actuar con mentalidad de jueces
en asuntos que nada tienen que ver con sus nuevas oc upaciones. Garzón,
que se puso la ley por montera, terminó expulsado de la carrera judicial. Ahora
se ha creado una aureola de mártir asumiendo
el papel de demagogo defensor de causas perdidas en la España que no encuentra
el rumbo y dando tumbos por platós y
tribunas para postularse como candidato a
lo que se tercie. Tiene que llevar la cruz de su imagen de juez servil a quienes le engañaron con el logro de la divinidad política. Marlaska se ha hecho popular por su
heroica salida del armario; el quid que valoró Sanchez para nombrarle
“ministro de la porra”. Su actuación es un compendio de ambiguedades y la carencia absoluta de reflexión
para tomar decisiones políticas relacionadas con el orden público que sólo consiste en controlar los aparatos del poder que
formalmente reside en el Congreso, pero que realmente lo ejercen los poderes
fácticos que son los que dejó atados y bien atados el Caudillo. Ambos son
víctimas de la ambición desmedida por el poder; Balatasar, en pos de la gloria y tras
fracasar, busca por otros senderos. Y Marlaska? Y pensar
que la metamorfosis puede llevar a un ser humano desde la indiferencia ante los
detenidos que se arrastraron por
cuartelillos y comisarías denunciando torturas, ajeno a todas las leyes exigibles cuando comparece
ante le juez. Ahí lo tenemos de muestra, con esa media sonrisa cándida
que oculta a un juez de la AN en estado puro.
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