FUNCION EDUCADORA DE LAS FSE
Se acusa habitualmente
de la baja cualificación intelectual de los agentes de orden público porque
sólo se les capacita para tareas que requieren el uso de la violencia. Los expertos policiales españoles
son conscientes de la imagen negativa que ello proyecta ante la ciudadanía. En
Barcelona un Mosso D´Esquadra ha dado testimonio del nuevo avance. Al disolver una
manifestación convocada por los Comités de Defensa de la Republica, (los “descontrolados” CDR), cuando un agente golpeaba
con saña a un revoltoso que gritaba en
favor de la república catalana, le corrigió: “Qué república ni qué cojones. La
republica no existe, idiota” Es de resaltar su
actitud no sólo de defensa del orden público, su sacrosanta misión, sino
también su voluntad de informar a quien ignora
que lo que existe en Catalunya es una
monarquía, no una república. Al tiempo aplica el dicho tan
español y didáctico: “las letras con sangre entran” Además le reconviene con respeto
llamándole idiota, pues un ciudadano que
desconoce algo tan elemental como es el
régimen político del estado en el que vive, realmente es idiota. Sin voluntad de ofenderle, pues es
obvio que su intención era corregir errores de quien yerra aportando racionalmente
dosificada la adecuada violencia física
y verbal. Es la sabia máxima de nuestros
políticos: “el palo y la zanahoria”, porque la misión de las fuerzas policiales,
además de ejercer funciones coercitivas lógicas en beneficio de la convivencia
pacífica, requiere potenciar esta nueva y
avanzada faceta didáctica de nuestras
FSE. En el caso de Barcelona la actuación simbólica del agente es exquisita,
pues al tiempo que golpea y humilla al revoltoso, le explica los principios de derecho
constitucional. Para lo que también se está
formando a Ertzaintza, Mossos y cuerpos
nacionales.
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