LA POPULARIDAD Y EL ÉXITO NECESITA MONSTRUOS
Los medios de comunicación
son actualmente los que determinan la
vida en la sociedad moderna. Son monstruos porque se sirven de los periodistas,
seres con escasos valores y poca capacidad
defensiva, pero que manipulados convenientemente embisten contra todo lo que les ordenen sus domadores si quieren mantener
sus precarios y escasamente retribuidos puestos de trabajo. Son los esclavos felices
que van al desholladero sin ser
conscientes hasta que comprueban que no tienen salvación. Los ideólogos que les mandan son los directores, pero carecen de poder sin estos peones a los
que sólo se les enseña a escarbar en el
fango de las vidas de personajes
populares y chusma de la que resaltan sus instintos más básicos para servir de
cebo al populacho que está orientado ideológicamente para consumir la basura
que convenga a los que manejan el mundo. Curiosamente los medios desde los que
se manipulan las ideologías, a pesar de su influencia sobre la sociedad, son
empresas que apenas superviven a base de
contratar publicidad alienante, retribuyendo con salarios tercermundistas a los periodistas que son la carne de cañón
inconsciente sin cuyo concurso todo el
edificio ruinosos no sería posible mantenerlo. En realidad no se sabe
quienes son los máximos dirigentes de los medios, pues no son los directores, ya que
dependen de un consejo de administración
que está obligado a prestar culto a los políticos que les alimentan, pero que también vigilan a los poderosos y personajes populares necios
a los que les descubren que van
desnudos y piensan que son admirados
porque salen en los medios y sobre los que .mantienen la vigilancia por si salta
alguna noticia que les ayude a
incrementar la tirada sin que ponga en peligro el cachet del stablishment. Tampoco son los políticos los que mandan, aunque tienen capacidad para pactar con otros estamentos
superiores que se ignoran quiénes son ni dónde están, pero que sin duda existen. Y de qué se alimentan esos monstruos?
Son omnívoros; comen de todo y sin límite:
necesitan devorar permanentemente lo más
extravagante, sea sagrado o envenenado: lo digieren todo. Futbolistas y
entrenadores de fama mundial que duran
mientras son noticia. Messi, Neymar. Clubs
campeones en todas las competiciones: el Barsa, Madrid, Bayern. Fomentan rivalidades entre las principales religiones que son financiadas por diferentes regímenes
políticos a cambio de mantener el control ideológico de sus fieles. Vigilan a
los presidentes de las principales naciones. De las que carecen de medios para salvar a náufragos que huyen de las guerras que
ellos provocan, pero hay dos billones de € en el BCE para rescatar de la quiebra al sistema
financiero europeo. Controlan a ministros recusados por sus parlamentos o cazados
con los pantalones bajados. Presidentes de bancos rescatados que se lo han llevado crudo y terminan en los
juzgados aunque ocultan sus fondos en
paraísos fiscales Amores incestuosos
entre presidentes rivales, como Putin y Trump,
no se sabe con qué turbios
objetivos. Estados intermedios monstruosos azuzan enfrentamientos artificiales entre EEUU, China y Rusia con un
payaso parlanchín en Corea del Norte que sirve a los tres aparentando provocar una
guerra nuclear, pero que sirve para repartirse la riqueza del planeta. La cuestión es descubrir quien mueve este estercolero.
Quien gana y quien pierde? ¿ Hay alguna
explicación lógica o es solo un juego macabro?. Quien financia a estos
monstruos que nos manipulan y nos venden
que somos felices?
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