domingo, 3 de diciembre de 2017

LA POPULARIDAD Y EL EXITO NECESITA MONSTRUOS



 LA POPULARIDAD Y EL ÉXITO  NECESITA  MONSTRUOS
Los medios de comunicación son actualmente los que  determinan la vida en la sociedad moderna. Son monstruos porque se sirven de los periodistas,  seres con escasos valores y poca capacidad defensiva,  pero que manipulados  convenientemente embisten contra todo lo que  les ordenen sus domadores si quieren mantener sus precarios y escasamente retribuidos puestos de trabajo. Son los esclavos felices que van al desholladero sin  ser conscientes hasta que comprueban que   no tienen salvación. Los ideólogos que les  mandan son los directores,  pero carecen de poder sin estos peones a los que sólo se les enseña  a escarbar en el fango  de las vidas de personajes populares y chusma de la que resaltan sus instintos más básicos para servir de cebo al populacho que está orientado ideológicamente para consumir la basura que convenga a los que manejan el mundo. Curiosamente los medios desde los que se manipulan las ideologías, a pesar de su influencia sobre la sociedad, son empresas que apenas superviven  a base de contratar publicidad alienante, retribuyendo con salarios tercermundistas  a los periodistas que son la carne de cañón inconsciente sin cuyo concurso todo el  edificio ruinosos no  sería  posible mantenerlo. En realidad no se sabe quienes son los máximos  dirigentes de  los medios, pues no son los directores, ya que  dependen de un consejo de administración que está obligado a prestar culto a los políticos que les alimentan,  pero que también  vigilan a  los poderosos y personajes populares  necios  a los que les  descubren que van desnudos y piensan que  son admirados porque salen en los medios y sobre los  que .mantienen la vigilancia por si salta alguna noticia que les  ayude a incrementar la tirada sin  que  ponga en peligro el cachet  del stablishment. Tampoco son los  políticos los que mandan, aunque  tienen capacidad para pactar con otros estamentos superiores que se ignoran quiénes son ni  dónde están, pero que sin  duda  existen. Y de qué se alimentan esos monstruos? Son omnívoros; comen de todo y sin  límite: necesitan  devorar permanentemente  lo  más extravagante, sea sagrado o envenenado: lo digieren todo. Futbolistas y entrenadores  de fama mundial que duran mientras son noticia.  Messi, Neymar. Clubs campeones en todas las competiciones: el Barsa,  Madrid, Bayern. Fomentan  rivalidades entre las principales religiones  que son financiadas por diferentes regímenes políticos a cambio de mantener el control ideológico de sus fieles. Vigilan a los presidentes  de las principales  naciones.  De las que carecen de medios para salvar  a náufragos que huyen de las guerras que ellos provocan,  pero hay dos billones  de € en el  BCE para rescatar de la quiebra al sistema financiero europeo. Controlan a ministros recusados por sus parlamentos o   cazados con los pantalones bajados. Presidentes de bancos rescatados que  se lo han llevado crudo y terminan en los juzgados  aunque ocultan sus fondos en paraísos fiscales  Amores incestuosos entre presidentes rivales, como Putin y Trump,   no se sabe con qué turbios objetivos. Estados intermedios monstruosos azuzan  enfrentamientos  artificiales entre EEUU, China y Rusia con un payaso parlanchín en Corea del Norte que  sirve a los tres aparentando provocar una guerra nuclear, pero que sirve para repartirse la riqueza del planeta.  La cuestión es descubrir quien mueve este estercolero.  Quien gana y quien pierde? ¿ Hay alguna explicación lógica o es solo un juego macabro?. Quien financia a estos monstruos que nos manipulan y nos venden  que somos felices?


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