lunes, 2 de diciembre de 2013

LAGRIMAS POR LA PERDIDA DE SOBERANIA



LAGRIMAS POR LA PERDIDA DE SOBERANIA
El término “soberanía” es muy utilizado por la derecha. Es el talismán con el que se sienten patriotas y lo quieren conservar  como expresión de su existencia como nación. Quizá los que así piensan no saben que los principales atributos que determinan la “soberanía” están transferidos a manos de la UE: la moneda es el Euro y rige en toda el área de la eurozona. Las políticas económicas y presupuestarias son marcadas por Bruselas, la  salarial nos viene impuesta por los burócratas  europeos. Se nombrará próximamente una autoridad única con plenos poderes  que controle la gestión  del sistema bancario unificándolo, sin que tenga ninguna influencia  cada país. Se está uniformizando el sistema fiscal para evitar  la competencia   entre los estados miembros. . Y un largo etcétera que nos muestra que España ha dejado de ser un país soberano, salvo en temas anecdóticos o folclóricos que tanto apasionan a la población poco interesada. Los “patriotas” se escandalizan viendo que recibimos todas las órdenes de un organismo político ajeno. Para los que piensan que esos temas que fomentan un tipo de nacionalismo excluyente y sin contenido,  más allá de fomentar las rivalidades que tanto dolor  han producido   las crueles guerras en la civilizada Europa, la soberanía no deja de ser una superficialidad envuelta en un patrioterismo ramplón que no sirve más que  de coartada a los poderosos que quieren conservar sus ventajas respecto a la población, que lo que necesita no es “soberanía” vacía. Al contrario, se sienten sumamente satisfechos entregando a un organismo superior las funciones que los políticos y el gobierno españoles  no saben utilizar para lograr el progreso de la ciudadanía. Ya saben los españoles por experiencia lo que significa  la “soberanía”: Monarquía sin rumbo, desbarajuste en las cuentas públicas, prioridad absoluta a los intereses de los bancos, creación de monopolios que se limitan a encarecer los servicios que prestan. Fomento del militarismo con ejércitos inútiles y costosos que obligan a degradar los servicios sociales para poder pagar sus “fantasías soberanistas”. Si esos servicios esenciales van a mejorar entregando la soberanía a la UE, no hay inconveniente en perderla si, además,  a cambio se eliminan parásitos que impiden el progreso de la población.  Los estados tradicionales han utilizado este término  para fomentar el patrioterismo  que es lo que nos ha impedido progresar al mismo ritmo que los países avanzados del resto del planeta. Por qué no protesta Rajoy por la pérdida de soberanía que nos están imponiendo nuestros socios europeos?  Por qué tanto pavor a los “hombres de negro”, a las “sugerencias” de Olli Rehn o  las llamadas intempestivas que le suele hacer Frau Merkel?  Pero todo puede perdonarse viendo con qué desenvoltura y aplomo se mueve de Guindos  entre los comisarios de la UE, disimulando su actitud mendicante.. Uno se enorgullece viendo a todo su numeroso  equipo cómo defiende la soberanía española. Aunque no se sepa para qué. Lamentablemente la ignorancia es temporal, la estupidez es para siempre.

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