domingo, 1 de diciembre de 2013

DEPURAR LA JUSTICIA Y RESPETAR LOS DERECHOS HUMANOS



DEPURAR LA JUSTICIA Y RESPETAR LOS DERECHOS HUMANOS
Debe ser muy difícil entender que los condenados a prisión por cualquier delito, cuando terminan de cumplir las penas impuestas, dejan de ser delincuentes o terroristas y no se les puede discriminar negativamente de ninguna forma. Han redimido sus penas y se incorporan a la sociedad como cualquier otro ciudadano con todos los derechos civiles y políticos. Por tanto, los convictos liberados a consecuencia de la sentencia del TEDH  han cumplido íntegramente sus condenas y están plenamente rehabilitados. Lo que sucede es que los tribunales españoles, desde el Supremo al Constitucional, no se ajustaron a los principios del derecho, imponiendo unas condenas desproporcionadas que el  tribunal europeo ahora exige rectificar, condenando al Estado español a multas por el exceso de tiempo que han estado presos de forma ilegal. O sea que al proferir esos aspavientos, insultos y provocaciones en las declaraciones públicas  los ministros, jueces y gente bienpensante  rechazando la sentencia  del TEDH que les ha supuesto un varapalo humillante ante sus interpretaciones que exceden las leyes y conculcan los principios generales del derecho, están cometiendo una ofensa punible por insultar a unos ciudadanos que gozan de la plenitud de sus derechos civiles ya que han redimido  sus penas  a la sociedad a la que ofendieron. Es decir: las manifestaciones de esos políticos, periodistas y catedráticos de derecho en las que se apela a la demagogia señalándoles como asesinos de niños, terroristas o que sólo hayan cumplido treinta años, cuando se les condenó a miles, sus amables, humillantes y provocativas descalificaciones  tienen toda las apariencias de una obligada y rabiosa aceptación de la sentencia porque les han demostrado que aquí la judicatura y loa fiscalía interpretan de una forma excesivamente laxa la ley que conviene al príncipe y tiene que ser un tribunal como el TEDH quien les rectifique. Por ciento, que no son unos jueces cualquiera los que forman parte de dicho tribunal, como recientemente se atrevía a denunciar un periodista de la caverna. Aunque  tiene razón el fanático periodista citado, no son todos jueces, algunos son juristas de renombre elegidos en sus países de origen por su prestigio y conocimientos. Quizá podrían darles algunos cursillos urgentes de capacitación a nuestros prestigiosos jueces y a los que se toman a broma los derechos de los ciudadanos. La justicia española es manifiestamente mejorable.

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