martes, 10 de septiembre de 2024

PROLOGO DE MARI LUZ

 PROLOGO DE https pMARI LUZ

Siempre he pensado que los que han estudiado  sociología, psicología o periodismo lo han hecho  porque son carreras fáciles y  siempre es un valor social y de buen tono tener una carrera superior. Por eso, salvo en una  época de búsqueda de ideales , no  he leído mucho  sobre sociología  y los artículos sobre esas ciencias me han parecido  de relleno. Por el contrario , siempre he considerado que Económicas , además de difícil,  tenía un contenido y variedad apasionantes a la hora de formarse una personalidad.

Viene a cuento  porque hace  unos días  me ha mandado Mari Luz  un artículo de una psicóloga  que se llama Montse Marsiá que se titula: “Cómo saber si soy capaz de perdonar a alguien que me  ha hecho daño”. Es como todos los artículos  en los que  las explicaciones  forman el  núcleo principal del artículo y se pierde lo esencial, por lo que empecé a leerlo con todo el  excepticismo del mundo. No obstante, como el tema del perdón  es importante para mí  decidí  leerlo, y no sólo eso, sino que lo he releído  porque me ha gustado cómo considera ese estado psicológico que requiere perdonar. No voy a entrar en el contenido del artículo, aunque  lo he leído varias veces, pero saco una conclusión que para mí si es nueva:  que perdonar tiene efectos y virtudes que sanan la salud y  apoyan la paz entre la gente ,aunque   a mí personalmente  me exigía un esfuerzo, era desarrollar  una virtud ,  ser capaz de dominarme y eso lo consideraba un valor. Y lo que descubro ahora es que para mi  supone  una terapia  que me   beneficia  en mis reacciones personales.  Es como si alguien me diera un analgésico  que me quita el dolor  y me sana  y me hace sentir satisfecho.  Quiero decir que no es una acción valerosa  que me produce paz entre mi  y al  que yo perdono, que sí creo que  es así, pero que  nunca había pensado en los efectos marcadamente positivos. Es como el que percibo  cuando me esfuerzo para  llegar a la cumbre del monte: me cuesta, pero  me siento feliz a pesar de que sudo, me canso  y hasta voy maldiciendo, pero no sólo al llegar a la cima  gozo, es que en medio del esfuerzo  me siento pleno de felicidad al ver que estoy venciendo mis limitaciones físicas y hay que reconocer, quizá, que en esa sensación de felicidad  en medio del esfuerzo,  gozar tiene  su toque contradictorio y  algo de masoquismo .  Puede que sea así, pero lo cierto es que  en muchos momentos el esfuerzo ,  el sacrificio  y por lo que veo,  también  perdonar,  aporte unas sensaciones  positivas  que hasta me hacen pensar que hay psicólogos  que también dicen cosas interesantes.


 

 

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