PROLOGO "VUELTA A BILBAO"

PROLOGO “ VUELTA A BILBAO” He tomado una decisión trascendental y espero acertar: me marcho a Bilbao después de abaddonarla durante casi 30 años. Me consuelo porque a pesar de ir a Bilbao a diario, realmente mi vida ha estado en Castro, que no es lo mismo. Tampoco es que haya sido infeliz en Castro, al contrario, he vivido muy realizado y he sentido que he avanzado en mi proyecto personal. Pero tenía una deuda con mi Herria porque no estaba bien incardinado en la sociedad castreña: estaba llena de castreños y reconozco que no han sido de mi devoción, aunque he tenido buenas amistades y el pueblo en sí me gustó mucho desde siempre. Son dos partes del corazón que cada una me tira por su lado. Pero en Castro aprendí muchas cosas que nunca pensé que pudiera ser capaz. La principal fue vivir solo y ser feliz. No me faltó nada, o al menos nada importante. Vivir solo es algo más que vivir sin compañía, es hacer un plan de vida que me llenara e incluso que no necesitara llenarla con alguien más que yo. Tuve tan mala experiencia matrimonial que ni se me pasó por la mente volver a formar una familia, no quise ni pensar en repetir, pues sabía que nunca encontraría quien cumpliera mis exigencias, no existía esa mujer y tarde o temprano me habría atacado el aburrimiento o las limitacione de la otra, por más virtudes que hubiera tenido, deberían&n ser infinitas y siempre le econtraría defectos. Tampoco ignoro que la mujer perfecta no existe y si la hubiera encontrado, seguro que ella no me aceptaria, pues tampoco soy alguien que pueda atraer a una mujer perfecta. Ese aspecto nunca fue para mí una exigencia, ni siquiera me atacó la nostalgia o el romanticismo. Mis estímulos morales y sensitivos me surgieron milagrosamente de la soledad, porque me convertir en escritor. No tengo que decir que me creía bueno y no miento, quizá a otro no se lo pareciera, pero es que es una de las ventajas de que no tenga a alguien junto a mí criticandome o exigiéndome una conducta. Pero antes quiero expresar mi sorpresa porque he llegdo a escribir y con bastante éxito por lo que puedo evidenciar. Lo digo con sinceridad y humildad: Quién me iba a decir que un tipo tan tosco y sin sensibilidad , con tan escasa imaginación y con una cultura tan elemental y sin apenas ideales, iba a orientarme por el terreno de la cultura y llegar al nivel que he logrado? Reconozco que este pensamiento me los planteo cada vez que escribo algo y lo releo y me siento satisfecho como para plantearme si después de esto necesitaría algo más para ser feliz. No lo he llegado a inteiorizar, pues no niego que me acuso de que he buscado con esmero la fórmula literaria que me haga elegante en mi expresión y creo que lo he conseguido. Al principio mis temas era como las explsiones de un volcán, pero me fui orientando hacia lo que es mi fundamento moral que es la justicia y el afecto por las