TERTULIA EN EL KIOSKO DE PRENSA.
La rutina diaria de recoger en el kiosko el periódico crea un ambiente entre los lectores habituales, que, junto a la agudeza del kioskero para provocar cierto ambiente de tertulia periodística entre los que acuden para aprovisionarse de la información inmediata para alimentar a la ciudadanía, supone un aliciente añadido. Desgraciadamente esa vía va desapareciendo a causa de la evolución de los nuevos medios de difusión que se imponen. Los lectores se definen políticamente en función del periódico que compran, aunque algunos p lo9llll traten de ocultarlo pudorosamente. Contrasta con el ambiente de los locales del sector de ocio y restauración cuyo número crece sin cesar que ocupan el tiempo disponible de los ciudadanos tan escaso. Sería un síntoma que desaparecieran los medios de distribución que incentivan la información en contraste con la invasión de los locales de consumo de bebidas alcohólicas que se tolera sin contol por quienes se ocupan de ordenar la vida social de la ciudadanía y que son símbolo que caracteriza a España como espacio de vacaciones y fiesta, en contraste con las continuas restricciones y nuevas exigencias de inversión que impone el Gobierno Vasco a los sufridos kioskos de prensa, lo que impide ser medio de vida tradicional para unos profesionales que forman parte de la cadena que promueve la cultura y la información que es un factor decisivo de progreso y cultura de un pueblo. Ahora se obliga a los kioskos a equiparse, con costes a su cargo, de sofisticados equipos de ventas para controlarr la evasión fiscal, lo que no deja de ser una ironía cruel si se compara con la que se genera y tolera en el sector de restauración. Aquí la cultura se considera un lujo, es cara y se persigue como delito. La venta de prensa es un índice de cultura popular en los países desarrollados, , pero en Euskadilo es de padecer alguna limitación mental
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