LA ARROGANCIA DE ISRAEL CONTRA PALESTINA.
Ante la masacre del ejército israelí (TZAHAL) a la población civil palestina y la actitud tolerante y cómplice de la mayoría de estados del mundo las condenas y lamentos ante las imágenes de muerte y destrucción que proyectan a la población mundial los bombardeos de la aviación israelí, no tienen ya ningún efecto más allá de provocar su indignación, es ya tiempo de mostrar la solidaridad internacional con el heroico pueblo palestino. Pero conviene aportar un nuevo matiz que seguramente los invasores no deben haber analizado por prepotencia: ahora lanzan pavorosas amenazas para crear un ambiente de terror a la población civil palestina. El Ministro del ejército, Benny Gantz, alardea “…y esto es sólo el comienzo”, anunciando “una ofensiva terrestre sobre Gaza”. El sionismo conoce bien los riesgos que ello supondría, pues se cuidan mucho de que sus operaciones represivas se ejecuten por cazas militares o bombardeando desde asentamientos remotos y sin riesgo. Por ello es extraño que no hayan calculado las consecuencias de meter tropas terrestres en zonas urbanas palestina superpobladas que disponen de una eficaz y aguerrida guerrilla que va a provocar bajas imposibles de ser asumidas ni por el ejercito ni la población israelí. Las que sufran los patriotas palestinos ya las están soportando y se dan por descontadas, pero los problemas de ocupación militar de zonas conquistadas es un elemento complejo sin solucionar por ningún ejército regular cuando se enfrenta a una guerrilla urbana.. De ello les pueden ilustrar los marines de USA en Corea y Viet Nam y ahora la humillante huida de Afganistan. Palestina interpela a la conciencia de la población mundial que pide justicia.
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