lunes, 9 de noviembre de 2020

LA LEVEDAD DE UN DISPARO PERDIDO

 

LA LEVEDAD DE UN DISPARO PERDIDO.

 

.  En un operativo  en Donosti en el que la Ertzaintza  intervino se utilizó una iglesia como base del operativo. Como es evidente, un templo no  es el  lugar  apropiado para  este tipo de operaciones pacificadoras. Según la prensa, al finalizar su actuación y recogido todo el parque de material antidisturbios a uno de los  agentes se le disparó un tiro que impactó en un cuadro pintado en 1930 por José María Sert,  al que le hizo un boquete de 90 cm. cuadrados. Felizmente no afectó a ningún otro compañero de la unidad operativa.  Un diputado   en el Parlamento de Gasteiz interpeló  al Consejero de Interior “la razón por  la que  la escopeta  estaba  preparada para ser usada, cargada y con el seguro quitado”. Respuesta (sic) “durante los operativos los agentes son responsables de las armas que portan y por tanto cada uno decide las condiciones de uso en función de la misión que tenga asignada” .  El diputado preguntó por las medidas disciplinarias y penales  que se han adoptado.  La respuesta fue que” los hechos fueron puestos en conocimiento del  Servicio  de Asuntos Internos encontrándose en fase de investigación”.  Señalar que los hechos tuvieron lugar en enero de este año y se han conocido en setiembre.  Por el momento  el Departamento de Seguridad deberá indemnizar al Museo San Telmo  propietario del cuadro con 25.000 €.  Según el cínico: “La diferencia entre un civil y un militar es que éste obedece, no necesita pensar y siempre acierta;  en cambio el civil tiene que pensar  antes de obedecer y puede equivocarse”  “Dios mío, líbrame de mis amigos. De los enemigos ya me encargo yo”  Voltaire.

 


No hay comentarios: