EL FRACASO DEL SATELITE ESPAÑOL "INGENIO"

 EL FRACASO DEL SATELITE ESPAÑOL “INGENIO”

No parece que es “Ingenio" como sinónimo de “genialidad”  lo que se necesita para lanzar con éxito un satélite al espacio como era la voluntad de quienes han buscado un nombre impactante; es tecnología, equipo humano coordinado o saber informarse de  quien ya   lo  ha  experimentado. A posteriori las justificaciones de los fracasos  tiene bastante de picaresca del Lazarillo y más bien son disculpas que degradan aun más el relato. El aspecto más llamativo  para la opinión pública es que se  han perdido  200 millones de €. Realmente, sin embargo,  el efecto más  crítico del fracaso  es el desprestigio  que provoca el resultado  inesperado, pero incitando atraer  la atención pendiente  del público, pues el lanzamiento del satélite tiene fundamentalmente  la intención propagandística   de  difundir en el  mundo la capacidad tecnológica del  país que lo lanza.  Estos  eventos  son manejados como shows mediáticos  de los que se retroalimentan los medios de difusión, los políticos, empresas del sector  y una legión de personajes y elementos técnicos y humanos  relacionados con el armamento  y la geoestrategia militar. El riesgo es el resultado: si termina con éxito se desbordan las  felicitaciones y los múltiples protagonistas son vitoreados, pero en caso de fracaso, éste se atribuye a  fallos humanos  de personal cuya participación   es irrelevante pero quien aparece ante los periodistas como culpable. El coste económico, sin embargo,  no es para ser valorado, pues    si se contabilizaran  las ineficiencias achacables a los organismos  oficiales  que no responden  ante la opinión pública encubiertos  por una prensa vicaria,  habría que  citar: Lemoniz,  Castor,   AVE sin pasajeros, aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches  rescatadas  con dinero público,  subvenciones  a empresas quebradas, rescates bancarios o responsables de partidos cuyos  jefes  están  en la cárcel o pendientes de juicio por corrupción.