sábado, 11 de noviembre de 2017

GLAMOUR EN HOLLYWOOD



GLAMOUR EN HOLLYWOOD
Todos los humanos tenemos un espacio íntimo en el que guardamos nuestros sueños de lo que siempre quisimos llegar a ser sin conseguirlo. Nos figuramos que en ese espacio  nos convertimos en hadas o en príncipes azules. El prototipo de ese sueño son los festivales de cine que provocan entre las masas la visión idílica  del necio que espera llegar a compartirlo con las stars. Es el glamour con se envuelve la fantasía. Pero detrás hay un mundo de intereses  en el que convergen tiburones que chapotean  entre cuerpos femeninos perfectos, pero con pasión irrefrenable por gozar de a la fama y se sirven de lo que sea para conseguirlo. El tiburón que financia el espectáculo exige el peaje de las starlettes dispuestas a prostituirse a cambio de la gloria, ”si el guión lo exige”. Tal como ejercen en la calle otras  mujeres que se prostituyen para supervivir, aunque con ese toque de distinción e incitación para que el macho espectador se sienta atraído. A cambio estas prostitutas selectas logran papeles de protagonistas en las películas  que financian las productoras en manos de los desalmados que lucen en la pasarela sus costosas  yeguas que humilladas sonríen junto al amo que les alimenta de la alfalfa maravillosa del éxito, muchas de ellas han logrado ser premiadas con  el Oscar. Cuántas decepciones habrán producido entre los/as entusiasmados que histéricos esperan en los glamourosos festivales que desfilen por la alfombra roja las actrices consagradas favoritas que  han aparecido en las imágenes en  televisión reconociendo  ahora que tuvieron que pagar a Harvey Weinstein el peaje forzado interpretando asqueadas el papel de enamorada de un puerco. Este personaje nauseabundo en su descargo se declara adicto al sexo y que quiere regenerarse. Seres de esta calaña sin moral son  quienes controlan la industria del cine mundial que deberían estar recluidos  a perpetuidad  en un psiquiátrico. Es impactante ver  a iconos del arte como Angelina Jolie, Jane Fonda, Merryl Strip, Gwyneth Paltrow entre otras que han confesado en público sus miserias.  Y es decepcionante la confesión de Emma Thompson, la prestigiosa defensora de los derechos humanos,  reconociendo que también tuvo que aceptar prostituirse para alcanzar la fama porque el mundo de color  y del glamour es un estercolero que sirve para manipular a las masas  que no  distinguen  la ficción de la realidad y son los esclavos  felices.

2 comentarios:

IRIS dijo...

Pues no estoy de acuerdo contigo, Javier, las mujeres siempre han sido presas fáciles para los predadores sin escrúpulos ya sean famosos promotores, políticos o el vecino del quinto.
Y no, no ha tenido que ser fácil para estas mujeres pasar por esos trances al igual que las que hacen la calle.
También metes en el mismo saco a las sras. muu monas y muu bien puestas casadas con sres. de alto ringo rango al que el amor las deslumbro?, o tal vez se prostituyeron por no perder el status o llegar a un nivel de plácida y dorada vida a todo tren?
Saludos!!

IRIS dijo...

AH!!! y han sido muy valientes en denunciar los abusos, para prevenir y que se juzguen a estos sinvergüenzas, ahora que por conseguir el éxito y el Oscar no tenían necesidad de hacerlo y dejar a la opinión pública que juzgue estos abusos, porque además son doblemente vejadas, por los predadores y por la falta de empatía y comprensión de la gente.