LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA EN
ESPAÑA
Como sucede habitualmente en
este país, el último Informe PISA
produjo una conmoción porque nos coloca en el furgón de cola a pesar de que los
responsables argumentan que es un simple índice sin valor. Sonrojan los argumentos para desacreditarlo,
aunque los expertos reconocen en privado que es un dato crítico de evaluación y la
consecuencia de que este país esté considerado entre los torpes del mundo. A
pesar de que tenemos uno de los ratios más elevados de titulados que
desequilibran la normal distribución. No se sabe distinguir la enseñanza de la cultura,
pues hay muchos titulados en carreras
técnicas muy capacitados en su profesión y que no han leído un libro de
literatura o el periódico con alguna frecuencia. Son analfabetos funcionales, pues no se lee porque no es útil. Se prefiere la
televisión porque es un medio de
información pasivo, que induce al consumismo y al hedonismo. El sistema
potencia la formación en las diversas
técnicas, pero desprecia las humanísticas porque no producen resultados
inmediatos. Así es que la democracia es tan endeble, pues la ciudadanía se
limita a votar cada cuatro años a quienes tradicionalmente se ha votado en la
familia o en su entorno: no responde a un análisis crítico ni se castigan a los
partidos que incumplen sus programas electorales. Este sistema de educación se basa en esquemas
teóricos, vacuos y sin relación con la vida que se va a encontrar el estudiante
cuando se incorpore a la vida social o laboral. Los profesores están supersaturados
de conocimientos, pero no saben comunicarlos a los estudiantes porque carecen
de formación pedagógica y de vocación de
enseñar. El sistema español considera que el nivel de conocimientos promedio es
adecuado, lo que hace que haya una cierta complacencia, pero no se fomenta la
búsqueda de la excelencia que es el
procedimiento para que surjan investigadores que serán los que descubrirán técnicas
avanzadas base del progreso de sociedades progresistas socialmente. De ahí
que las crisis económicas y sociales sean más frecuentes y profundas que en
otros países en los que la investigación es una tarea prioritaria y factor de progreso. En España
se considera la investigación como un retal para ocupar a los listos con los que no se sabe qué hacer, aunque
todos ellos terminen por marcharse a donde se les reconozcan sus conocimientos.
Y lo peor es que creemos que se nos envidia
en el mundo por nuestra picaresca, simpatía y “La Roja”.
1 comentario:
Excepto algunos ( van aumentando) desencantados y apáticos NINIS, tenemos un potencial de jóvenes con inquietudes y ganas de conocimientos pero a nuestros legisladores no les interesa potenciar este afán de conocimiento, ya que a ellos no les interesa porque la mayoría ( hay excepciones) son ignorantes funcionales cuyo título universitario les debió tocar en la tómbola de la muñeca chochona y su única neurona les funciona para trinkar, sólo les interesa los conocimientos necesarios de sus cachorros para seguir en las asignaturas del arte del trilerismo.
Por eso no les conviene que los súbitos tengan los conocimientos necesarios para que puedan cuestionar y movilizarse para pedir calidad y dcho. a la Educación ( en todas las ramas y grados, I+D+I), total que gracias a esos recortes y la baja calidad estamos como a principios del s.XX y nos intentarán llevar a la Edad Media y al que por su esfuerzo y tozudez en el conocimiento será marcado...estará abocado a exilarse o que sea encerrado en la torre del castillo ( cualquiera de los que existen y no sean privados)acusados de rebeldes y conspiranoicos ( así, exagerando un poquillo).
Saludos!!
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