miércoles, 12 de julio de 2017

EL CUENTO DE LA BUENA PIPA



EL CUENTO DE LA BUENA PIPA
.La BFA publica ufana que en los cinco últimos años,  gracias a la colaboración  ciudadana, se han recuperado 11,5 millones de €. por impuestos defraudados. Podrían habérselo callado, pues pone de manifiesto escasa eficacia en la gestión de persecución de los defraudadores. .Además,  por este medio fomenta la delación fiscal entre la ciudadanía, lprovocando un ambiente de desconfianza. Evidentemente, hay que perseguir el delito fiscal por insolidario, pues es el origen de las desigualdades  que  discrimina beneficiando a  defraudadores en perjuicio de quienes cumplen con sus deberes fiscales. Pero es intolerable pues  supone trasladar a la población la carga de  descubrir el fraude, lo cual corresponde a los inspectores de la BFA, quienes poseen   los medios y ostentan la legitimidad por ley. Potenciar esa actitud inquisitiva  supone un  incitación a la delación por parte de los organismos públicos que  puede provocar una ola de acusaciones: matrimonios en procesos de separación cuyos cónyuges se sirvan de  instrumentos “legales”· como medio de venganza. Trabajadores despedidos que denuncian a sus patronos.  Por otra parte, y con una torpeza irresponsable, se ha hecho pública la lista de deudores morosos de las Haciendas Forales. En total  720 millones de € y 260 los deudores de más de un millón de €. Dicha cuantía no puede declararse como deudores morosos sino fallidos, pues técnicamente si están  negociando  con las haciendas un plan aplazado de pagos de las deudas,  no se pueden considerar morosos. Cuando  no se  logran renegociar, deberían ser declaradas fallidas, contra los cuales habría que seguir un procedimiento judicial y, si procede,  ser acusados de delito fiscal  en función de las circunstancias,  con las consecuencias que de ello se deriven.. Otra cosa puede ser que se considere impopular reconocer que son impuestos que no se recuperarán y pueda provocarse  el  pánico de los insolventes ante la perspectiva de responder ante los tribunales. Es un asunto de justicia porque discriminaría negativamente a los que pagan sus impuestos correctamente, beneficiando al evasor mientras permanezca en la lista de morosos publicada. Ello requeriría  un debate en las Juntas Generales  de los territorios históricos. Mientras no se lleve a cabo una reforma fiscal redistributiva  eficaz,  la ciudadanía siempre tendrá conciencia de que los que no  pagan impuestos justos le limitan sus derechos como miembros  de una sociedad democrática y socialmente avanzada.



3 comentarios:

IRIS dijo...

El título me recuerda mi niñez cuando mi hermano para hacerme renegar empezaba: te el cuento de la buena pipa?, y yo con mi inocencia infantil le decía que sí...y así entraba en la rueda del cuento de la buena pipa hasta hacerse interminable y hacerme enfadar, luego venía mi aita a poner "Fin" al cuento so penar de "arrestarnos" si no se acababa la buena Pipa.
Trayéndolo a la actualidad, Javier, hasta que no se acabe esa rueda: dotando a Hacienda más funcionarios y bien pagados, que no haya ( seguro que no habrá?) nuevas amnistías fiscales, fuera exenciones fiscales a la Iglesia, que las donaciones a p. políticos e Iglesia sean anuladas y que cada cual pague según sus ingresos, no habría habido necesidad de recortes en partidas tan esenciales y vitales para el bienestar de los ciudadanos: Sanidad, Dependencia, Educación....y tantos etc.,etc.
Respecto a los deudores fiscales ( que no tienen porque ser defraudadores), muy bien llamados por tí "morosos"que se estudie cada caso...porque hay pequeños y medianos empresarios (los cuales generaban riqueza y empleo) que han tenido que cerrar sus empresas (a causa de la crisis) pese a pedir facilidades y tiempo para poder pagar sus deudas con Hacienda que han terminado embargados y arruinados...cuando se sabe que a las grandes empresas se le han dado todas las facilidades habidas y por haber. Lo de hacer a los ciudadanos "chivatos" del poder (en la jerga popular "alcahuetes), me parece inmoral.
Saludos.

egaz dijo...

Iris:
Tenemos muchos puntos de coincidencia, pero respecto a ampliar la plantella de funcionarios y pagarles bien, me parece que es una solución cómoda: lo que falta es una política fiscal eficaz que pasa por una legislación que desincentive la elusiónn fiscal, no como ahora, que defraudar es muy cómodo e incluso hay sectores que les admiran. Tienen que contratarse a funcionarios motivados y con vocación de servicio,con iguales condiciones laborales que los trabajadores del sector privado, nada de privilegios como ahora. Hay que perseguir a los grandes defraudadores y dejar en paz el pobre que pide al fontanero que no le haga factura, pues son una inmensidad, pero que por mucho que se les apriete tienen poca capacidad de defraudar. Los altos funcionarios y los políticos tienen que ser ejemplares para poder exigirnos responsabilidad y conciencia ciudadana. Si son ellos los que defraudan y se protegen entre si. Y educación cívica y menos militares y policía. Saludos

IRIS dijo...

Javier, mi comentario sobre más funcionarios y bien pagados, es que además de ser motivados y con vocación, quería decir para que no caigan en las "tentaciones" de las empresas privadas, ni querer aspirar a ser Presidentes ya sea del Gobierno como de cualquier Banco o Caja y lleven a uno u otros al rescate financiero.
Mientras, tanto altos funcionarios como políticos ( que digo yo que "honraos" habrá más de uno), pero al no denunciar lo que por su cargo saben (ya conocemos por la prensa el acoso a que han sometido a los funcionarios que han atrevido a denunciar corrupción en su ámbito laboral de cualquier entidad pública, me viene a la memoria los denunciantes de la Gurtell: Ana Garrido Ramos o J. Luis Peña), callan y se hacen cómplices silenciosos aunque no se hayan llevado ni un pañuelo de papel.
Saludos.