viernes, 28 de julio de 2017

EL CASO ATUTXA: Y VAN...



EL  CASO ATUTXA: Y VAN…
El TEDH  ha condenado a España y rechazado la sentencia del Constitucional que denegaba el amparo del Supremo a Atuxa,  Knör y Bilbao. La condena  se limita a a indemnizarles con  un € a cada uno, más 600 € para gastos judiciales, a todas luces benévola y ofensiva..  Pedían 40.000 €,. Es una muestra más de la falta respeto y  objetividad de los tribunales españoles que invaden impunemente otras jurisdicciones representativas de la voluntad popular, mostrando que sus sentencias tienen marcado contenido político.. Y ya son muchas: ya una de ellas les supuso  un gran  rapapolvo con la anulación de la Doctrina Parot.  La tradicional sensación de impunidad y  soberbia de los altos tribunales españoles se ve una vez más rectificada por otros internacionales que emiten sentencias con fundamentos jurídicos y rechaza las de los españoles que las emiten en función de instrucciones del gobierno de turno que es quien nombra y separa  a los jueces que componen los altos tribunales. Lo grave no es la indemnización, que es irrisoria; es que la reacción del Constitucional  se limita a recibir la humillante sentencia sin rechistar, mostrando su mala conciencia; y la del gobierno que no termina de comprender que los tribunales existen para impartir justicia, no para dar forma jurídica a las decisiones políticas que le convengan, Es habitual que  leyes elaboradas por el Parlamento Vasco vienen siendo impugnadas ante el Constitucional  ninguneando la institución democrática que representa a todos los vascos.  En Europa los tribunales actúan de acuerdo con reglas de la democracia y emiten sentencias basadas en  leyes justas;  en España los tribunales superiores están compuestos por jueces afines a los partidos en el poder de turno y aplican leyes que ni el propio gobierno ni los tribunales respetan. Así es que ofrece el espectáculo grotesco de que  sentencias politizadas son  rechazadas en Estrasburgo.  En un artículo publicado por un juez español afirmaba que nuestro el sistema de selección de los jueces  es el más riguroso del  mundo. Será así, pero no dice que sus sentencias también son las más frecuentemente revocadas por tribunales internacionales. Sorprende que los corporativos  jueces y fiscales que ven el descrédito de su imagen en Europa no exijan  responsabilidades. Les falta  coraje para denunciar estas irregularidades porque temen perder su  status. De ahí el desprestigio  de la justicia ante la ciudadanía que le hace desconfiar de los jueces españoles después de las estratosféricas  peticiones de los fiscales  a unos jóvenes de Altsatsu por unos hechos similares  acontecidos   en Valencia que han  terminado con una simple multa .

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