LA BAJA AUTOESTIMA DE LOS
ESPAÑOLES
Aunque los españoles en
público somos muy agudos y dicharacheros, en la intimidad se nos considera los payasos que divierten a
los que nos visitan en vacaciones. Tenemos complejo de que nuestro nivel
cultural es mediocre, aunque en futbol,
en corrupción o en paro somos una potencia mundial. Pero es incierto que seamos
un pueblo inculto y que nuestros iconos sean sólo genios del folclore como La Pantoja, Ortega
Cano o Belén Ortega. Hay que desechar ese complejo que tanto humilla el orgullo
nacional. Nuestros camareros, barrenderos, cuidadores de ancianos, disk jokeis,
reponedores en supermercados y oficios
poco tecnificados están cubiertos por ingenieros, abogados, psicólogos, médicos,
periodistas y otros titulados superiores por falta de puestos de trabajo adecuados para los que se
prepararon. En ese ámbito labora podemos estar satisfechos si nos comparamos
con los equivalentes en otros países avanzados. Además de estar altamente cualificados
para cualquier tarea que se requiera, son dóciles, no protestan, firman
contratos basura .con naturalidad, se adaptan a cualquier horario, trabajan
horas extras sin límite sin cobrarlas y su tránsito laboral va del INEM al
puesto de trabajo basura que consigue tras inundar de curriculums todo el país. Esto es lo que verdaderamente potencia
la Marca España: nuestros camareros son
capaces de explicar en los idiomas de sus clientes a los que sirve en las
terrazas o barras de cafeterías la teoría de la relatividad, analizar las variables
macroeconómicas de nuestro país o los diferentes tipos de cáncer y sus terapias.
Y todo ello a cambio de sueldos que les obliga
a vivir en la casa paterna hasta los
cuarenta años. Aunque algunos pocos se rebelan, no aceptan estas
condiciones que consideran humillantes y se van a hacer turismo al extranjero
en uso de su libertad y espíritu aventurero, según Fátima Báñez,. Las críticas a esa política de
empleo precario son injustas y tendenciosas, pues estamos compitiendo con
ventaja con los “Tigres de Oriente”, Rumanía y otros países que basan su
eficacia en salarios de miseria y sin derechos laborales. España,
ya lo decía el Generalísimo, “Es la reserva espiritual de Occidente” y “El país
predilecto de los Papas” .Y todo por culpa de los separatismos insolidarios que
pugnan con nuestro universalismo.
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