EL TORO DE LA VEGA INDULTADO
Los defensores del maltrato a
los animales han logrado un indulto parcial al Toro de la Vega, pues no se prohibirá,
sino que sólo se le someterá a tortura, aunque sin muerte. Es lógico, pues es
una tradición de siglos con un alto valor cultural que prestigia a Tordesillas. Los defensores del espectáculo
han montado en cólera por la prohibicion, con intervenciones incendiarias que van desde no obedecer la
norma del Gobierno de Castilla, hasta recurrir ante los tribunales. Es evidente que
el T. de la V es un
acto cultural a preservar, pues se trata de torturar, perseguir, alancear a un
toro por las campas que rodean al pueblo hasta causarle la muerte, siendo
premiado el que haya logrado la hazaña.
PACMA aduce que las tradiciones no son necesariamente dignas de
conservar, que muchas son muestra de incultura y crueldad contra otros seres
vivos con el único argumento de divertirse. Según ello tendría que volverse a las
Cruzadas, a la Inquisición o a los leones en el Coliseum de Roma por
conservar la tradición.. Claro que PACMA debería analizar si no se debería protestar por el trato
que se está dando a los que huyen
de las guerras en Oriente en las que en los bombardeos mueren poblaciones
enteras y que en la huida por mar en pateras se ahogan niños, ancianos y personas que cometen el pecado de querer conservar la vida.
Quizá estos defensores de los animales podrían crear una división nueva en su partido para
protestar contra los derechos conculcados a seres humanos que viven en la calle
por falta de medios y de protección de las instituciones o los ataques a
homosexuales por el simple hecho de serlo. También podrían defender contra los
desahucios a familias enteras por no poder pagar sus hipotecas. Los animales
deben ser protegidos contra quienes provocan su sufrimiento y les sirve de diversión, aunque esos abusos tengan
consideración de acto cultural, pero habría que priorizar a esa preocupación por los animales el derecho
a ser protegidos los seres humanos inocentes que sufren el abandono de las instituciones por ser
pobres y porque su presencia molesta a
quienes viven despreocupados y sin la mala conciencia que su presencia causa a los que se benefician de un sistema
injusto de distribución de la riqueza del planeta que no tienen otro título de
propiedad que el haberse apropiado sus antecesores de ella por la fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario