ELECCIONES EN GRAN BRETAÑA

ELECCIONES EN GRAN BRETAÑA 

Los resultados de las elecciones en el Reino Unido suelen ser premonitorias para las que se celebrarán en otros países, por lo que habrá que analizarlos con atención para no confundir los hechos con los deseos. El más evidente es que la derecha ha barrido porque hay un voto vergonzante que valora especialmente el factor económico. Quizá sería para tomarse a chacota la precisión de las encuestas sobre la intención de voto;  como para fiarse de los expertos en prospectiva. Mejor sería consultar  al “difunto” Pulpo Paul. Se evidencia que la ola conservadora en Europa es imparable y conviene que en España se vaya digiriendo que el PP se perfila  de nuevo como el triunfador, aunque no con mayoría absoluta. Porque los datos económicos convenientemente  magnificados están  ya deslumbrando a una población desinformada y miedosa como la española, que confunde las variables macroeconómicas con la realidad cotidiana  que persiste con la pobreza y el paro. Sin embargo, es de admirar la agudeza de Cameron, cuando al proclamar su triunfo, tenía un imperceptible rictus de alarma, dado que se apresuró a prometer que Escocia tendría la autonomía mayor  del mundo. Es que el verdadero triunfo viene de Edimburgo , de Nicola Sturgeaon,  la lider de los independentistas escoceses, que han pasado de 6 a 56 escaños y los restantes partidos se quedan con  3 humillantes.. He aquí la piedra en el zapato que impedía a Cameron disfrutar con plenitud del triunfo. Realmente le han regalado un caramelo envenenado, pues con la mecha encendida de la bomba en Escocia, por mucha legitimidad que le dé la mayoría absoluta, le van a preguntar “qué hay de lo nuestro” y no les va a parar un nuevo referéndum, sólo les valdrá la independencia. Y ahora, cuando Arriola le explique  a Rajoy el significado del refrán “cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar”, no va a poder responder a la gallega.  Es que traducido significa que el resultado de Escocia  será una gran oportunidad para los catalanes en las próximas elecciones plebiscitarias convocadas para setiembre. Y después, a esperar a los indisciplinados vascos que no cesan de pedir. Aunque Cameron tiene que capear aun su promesa de referéndum sobre la permanencia de Londres en la UE. Pero ese ya es otro cantar.