jueves, 25 de abril de 2013

LA GRANDEUR DE LA FRANCE



LA GRANDEUR DE LA FRANCE

Se está proyectando el film “Los Miserables”, basada en una obra del autor francés Victor Hugo. Tiene un contenido social acorde a la época en la que está escrita, pero con un componente épico que no se corresponde con la realidad actual como nación.  En realidad, la última manifestación de su carácter revolucionario fue la Revolución Francesa en 1789, de la que nació el símbolo honroso de La Marsellesa. A partir de ahí Francia ha dejado de ser una tierra de asilo y se ha convertido en un imperio: sus hazañas bélicas más recientes serían: Argelia, Indochina y  la invasión de Mali para defender a un dictador que subió al poder por medio de un golpe de estado, pero que es quien asegura a los franceses sus intereses económicos. La invasión armada francesa la realizan con la disculpa de defender los derechos de ese pueblo.  Para lo que les mandan fuerzas militares en lugar de maestros, médicos o elementos de transporte.
 La Resistence, que ha sido considerada por los franceses  como la expresión más genuina de patriotismo, en realidad se la hicieron otros: españoles, grupos internacionalistas, etc, los cuales a su juicio  consideraban a la cúpula francesa que mandaba la organización como un lastre mayor que la Gestapo o las fuerzas de ocupación  alemanas. Resulta humillante que un ejército como el francés, que se consideraba  invencible, fuera incapaz de contener a las divisiones alemanas y en seis semanas invadieran Francia entera hasta llegar a París. A lo que se debe añadir la ignominia por admitir la creación del colaboracionista Gobierno de Vichy con el ilustre mariscal, el inútil y traidor Petain a la cabeza. La Grandeur se ha convertido en una caricatura de los principios de la Revolución: libertad, igualdad,  y solidaridad, convirtiéndose Francia en el defensor furibundo del neoliberalismo, con una actitud servil respecto de USA,  Alemania, China o Rusia. Por eso Sarkozzi creyó que la solución a la crisis era la expulsión de los gitanos o reforzar la represión a los emigrantes a los que culpan de los problemas del país. Francia siempre ha mantenido un centralismo ridículo negando toda personalidad  diferenciadora a los pueblos que componen El Pentágono y es especialmente sangrante  la miopía con la que se está tratando la identidad del pueblo vasco.
El chauvinismo francés está obsesionado con liderar la política europea, sin tener en cuenta que sufren la misma crisis con  idénticos problemas que los demás y que no tiene ninguna faceta que les permita ninguna señal distintiva de liderazgo, Mantiene su actitud arrogante con los pueblos africanos y asiáticos, pero mendicante con Inglaterra, Alemania, Rusia, China y países emergentes que quieren  autonomía sin tener que pedir permiso a los imperios que han devenido en potencias de sólo aspecto aparente, pero sin fuerza  real ni moral como para que sean respetados.
La Grandeur es sólo un slogan que ha impactado hasta ahora, pero  se ha descubierto que es un cuento sin fundamento y sirve de motivo para divertirse junto a Carla Bruni, con los procesos de corrupción a honorables expresidentes, a Christine Lagarde o al violador Dominique Strauss-Kahn y con el actual presidente, el socialista Holland, al que se le ha quedado cara de clown por no saber qué hacer para salir del estercolero en que se ha metido para recuperar les jours de gloire.. ¡Vive La France!

No hay comentarios: