LA INCULTURA Y LOS JUECES
Decía un filósofo de la antigua Grecia que la cultura es el valor superior de la humanidad. Y otro le complementó siglos después que “la ignorancia convierte a los seres humanos en animales”. Es el efecto de la sentencia del caso Luhuso en la que jueces antiterroristas franceses han condenado a dos “artesanos de la paz” a penas por delitos relacionados con el transporte de armas, pero por ser por causa de la política no se le aplican las penas, se anulan , pero después de que se se les ha sometido a juicio severo bajo legislación de excepción. . La ventaja de ser ignorante en leyes es que se evitan las contradicciones que hacen que se enjuicien delitos tipificados en las leyes dándoles interpretación de beneficiosas para la sociedad y se perdone a los autores a pesar de ser condenados penalmente. . Que los jueces posean tantos conocimientos y emitir infinidad de sentencias rutinarias les convierte en interpretes absolutos de la ley que les otorga tanto poder por sacar unas oposiciones irracionales. Además, el juramento de imparcialidad, no les garantiza la asistencia del espíritu santo ni la verdad ni la infalibilidad. A pesar de que el resultado final resulta un refrito que muestra la “versatilidad” del sistema de justicia penal francés, en contraste con las sospechas de presión de todas clases que han tenido que soportar Sin contar con el proceso inhumano al que han estado sometidos los “artesanos de la paz”, la aventura humillante y plena de riesgos, a quienes se debería homenajear en lugar de someter a juicio para salvar las apariencias de la justicia francesa forzada a retorcer las leyes para sentenciar lo contrario de la literalidad del texto legal. Así es que dos ciudadanos de Luhuso que buscan la paz aparecen en la sentencia como delincuentes a los que los jueces les hacen el favor de condenarles, pero sin aplicarles la pena. Son las lecciones de los jueces que saben todas las leyes, que dan a los que las ignoran y tienen que agradecérselo, aunque tapándose las narices.
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