viernes, 28 de abril de 2023

"LAWFARE" PARA LOS VASCOS

 

 “LAWFARE” PARA LOS VASCOS.

Según Santo Tomas, la ley “ es una ordenación de la razón para el bien común  promulgado por quien tiene cuidado  de la comunidad”. En cambio, desde el origen de la humanidad,  “ …  es la expresión del dominio de los  poderosos sobre la plebe  de los pueblos invadidos” Para ejercerlo y hacerlo  cumplir   nombran a   jueces cipayos  cuya misión consiste en  imponer la legislación de la metrópoli según  sus  intereses  para  someter a la población nativa a un control feroz  saltándose sus propias leyes cuando  sea preciso. Este control lo  ejercían jueces interpretando  las leyes de la forma más ventajosa para las metrópolis y por tanto, con criterios restrictivos. Es una realidad  que se pierde en el tiempo, pero los sajones que a todo le ponen nombre lo llaman  “Lawfare”:   Según Charles Dunlop, del Harvard´s Carr Center  es “guerra jurídica” o  “el uso de la ley como arma de guerra” y supone “la   politización de la justicia”. Para   los vascos desgraciadamente   es  muy conocido porque  hemos sufrido sus consecuencias por el dominio de dos imperios implacables   que cuentan desde siempre con los cipayos que componen la élite nativa  en todos los ámbitos. Es la judicatura  que materializa el “lawfare”   por medio de los   tribunales ejerce el  control sobre los derechos y libertades  de la ciudadanía  vinculados a todos los aspectos de la vida cotidiana y judicial para mantener la vigencia del artículo 2  de la Constitución Española que impone  la “indisolubilidad de la nación Española”. Desde  la  banca,  las grandes   industrias  y cadenas  de distribución  u ordenando   el sistema de enseñanza  imponiendo   las lenguas  de las metrópolis, relegando al   euskara a  joya prehistórica, pero realmente   perseguida y reprimida.   Controlan   la legislación que promulga  el Parlamento Vasco  e instituciones vascas   legitimadas  para legislar según el Estatuto de Gernika que es  ninguneado permanentemente por los tribunales españoles con  voluntad de mostrar quien  ejerce  el    dominio . Y para que no haya dudas, las metrópolis se quejan de  la popularidad del  voto a favor  de los partidos nacionalistas que  es mayoritario  y  creciente, en cambio  el constitucionalista  insignificante. Para contrarrestarlo activan el “lawfare”   Quosque tándem abutere, Catilina, patientia nostra?

 

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