miércoles, 6 de octubre de 2021

EL AFAN DE ESPAÑA DE HACER EL RIDICULO

EL  AFAN DE ESPAÑA DE  HACER EL RIDICULO.

Con motivo del vodevil que el Supremo ha puesto en escena con el protagonismo de  sus jueces  estrella,  Llarena y Marchena intentado engañar al TEDH para lograr la extradición del expresident  del Govern, Puigdemont  ha  terminado el sainete en Cerdeña manifestando:” España no pierde nunca  las oportunidades de hacer el ridículo”  Sí,  realmente no tienen  propósito de la enmiendas da, pues a pesar del espectáculo  grotesco que están dando,  el  juez italiano se ha limitado al trámite protocolario y lo deja en libertad.  Llarena se ha empeñado  en  extraditarle,  en contra de la opinión de la Abogacía del Estado y de  los tribunales y organismos de la UE que han rechazado sus iluminadas tesis. Pero lo cómico ha sido la inicial euforia que produjo la noticia de la detención  de forma que fue difundida como  de alcance paralizando todos los programas en curso. Eran sonrojantes   las  opiniones  enloquecidas   de los tertulianos   que  producían rubor a los  televidentes. En el  paroxismo , uno se despachó:  “ la justicia en  Italia  es ejemplar ,  no las  de Alemania,  Bélgica y tribunales de la UE. El director  del programa conectó con un miembro  del Sindicato de Jueces para la Democracia para conocer su opinión.   Con  suficiencia  ofensiva expresó la certeza de que el juez italiano  concedería su  extradición. Para él  estaba meridianamente claro, pues “se trata de un caso de juez a juez”. A la mañana  siguiente  el nivel de euforia de la noticia se habían rebajado  e incluso algunos juristas ya hablaban de la tesis errónea   de Llarena. El globo se pinchó cuando  se conocieron los informes de la Abogacía del Estado que consideraba  que las Euroódenes  estaban anuladas,  por tanto, la   extradición  no se concedería.  En  los telediarios de mediodía la noticia se había transformado en rumor, lo que  era  anuncio de que  ya se habían dado instrucciones de repliegue  a los cuarteles de invierno judiciales donde se cuecen  las sentencias de estado. Todavía Llarena  y el Supremo siguen  peleando agónicamente .confiando que el Espíritu Santo ilumine las tinieblas en las que se ha enquistado   la justicia española.

 

 

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