DEBATE EN LA SEXTA ENTRE IGLESIAS Y
RIVERA
Resultó penoso el show que,
con la inestimable complicidad del intrigante y tenebroso Evole, nos presentó
al socialdemócrata, antes comunista, Iglesias frente al difuso y narcisista Rivera, que
ironiza sobre el comunismo como algo demodé. Tiene razón, lo moderno ahora son
las Offshore en Panamá o el rescate a la banca con fondos públicos. Como era de
esperar, la tensión estaba pactada, pues
se trataba de que la cadena de
televisión privada consiguiera audiencia y las masas gozaran del morbo del enfrentamiento. Se manejaron todos los
tópicos: el comunismo, la visita de Rivera a
Venezuela, los fondos entregados a Podemos, , la tragedia de los
emigrantes en Grecia, …, todo ello con agresividad y mala educación, interrupciones mutuas continuas que impedían seguir
el hilo del diálogo. Es curioso que se resalte la supuesta calidad profesional de Evole que se ha ganado
la popularidad por medio de entrevistas con
apariencia de incisivas, aunque preservando los intereses superiores de la Patria española, los del
patrón al que sirve, y siempre contra las reivindicaciones identitarias de los catalanes; con una rebuscada genialidad a la
hora de presentar a los entrevistados sus contradicciones. Porque en realidad
los debates están concebidos para mayor
gloria y promoción propia, como otros divos: Ana Pastor, Ferreras o los
histriónicos Maruhenda o Inda, quedando invisibilizados los auténticos
profesionales por los amos de los
medios. Produce rubor ver que estos políticos a los que se promociona con
descaro vayan a poder ser, quizá, sólo quizá,
los que lideren nuestra España. Porque en Europa y en los “mercados” no se permitiría que estos políticos
“ de florete y esgrima tan superficiales
y vacíos” fueran admitidos en los
salones con Merkel. Hollande, Rajoy y
compañía. Ya se vio lo sucedido a
Tsipras o Varoufakis; como para nuevas
experiencias en España. Además de los poderes fácticos españoles que están
apoyando sin disimulo la formación de la Grosse Koalition.
Estos debates sirven para cautivar a los ingenuos e idealistas que creen que
por medio de los votos se logra el
poder: se equivocan, pueden alcanzar el gobierno, pero nunca el poder, pues está secuestrado por los que lo atraparon en la Transición, aunque como
han fracasado por ineficaces y corruptos, están imponiendo el orden y ya el BCE ha vuelto a enchufar la manguera del dinero a
los bancos españoles logrando el nuevo “milagro económico español”
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