MILITARES EN POLITICA
Con ocasión de la aparición de varios militares en las
listas electorales de dos partidos, un periodista reconocido por su pertenencia
al pesebre mediático nacional afirmaba en una tertulia televisiva, que los
militares españoles son irreprochablemente demócratas. Vista la trayectoria
histórica de los ejércitos españoles, especialmente a lo largo de la segunda
mitad del siglo anterior, su afirmación es
arriesgada, pues el año 1936 se rebelaron contra la República, llevando
al país a una guerra, siendo el soporte
de una cruel dictadura.. Habrá que
recordar episodios como el 23 F
y numerosas declaraciones de altos jefes militares que al pasar a la reserva se
despachaban con proclamas incendiarias contra la democracia y las instituciones,
sin que se les sancionara. Repetidas ocasiones se han extralimitado, como el homenaje del hijo
de Tejero celebrando el aniversario del asalto del Congreso por su padre. De
manera que catalogar a de los militares
de demócratas no deja de ser una afirmación sin base empírica. En todo caso,
que un general haya tomado la decisión de participar en la vida política es un
anacronismo, pues resulta una incógnita qué podría aportar a la gobernabilidad del
país, dados sus conocimientos específicos que se limitan a manejar armas
destructivas que producen víctimas humanas y cuyo mantenimiento supone un coste
económico inútil que tiene que ser detraído de otros destinos sociales que
repercuten en el nivel de bienestar de la población civil. La experiencia
histórica de la actuación política de militares está trufada de golpes de
estado, revueltas contra la autoridad civil legítima y la amenaza a las
libertades de la población que siempre ha temido la insubordinación de la clase
militar cuando consideran que la política del gobierno lesiona sus intereses o
status social. Con motivo de la crisis generada en Catalunya decidiendo su separación
de España hay un temor generalizado respecto a la actitud de la clase militar, aunque la pertenencia a la
UE y a la OTAN puede que les haga ser cautos en sus decisiones, pero ya ha
habido quien ha hecho declaraciones afirmando que la misión del ejército, según
la Constitución, prevé enviar la fuerza
adecuada para sofocar lo que el Ministro de Exteriores considera un golpe de
estado.
1 comentario:
Bueno Javier...también como en todo, hay excepciones. Recuerda por ejemplo la revolución de los claveles en Portugal
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