domingo, 12 de mayo de 2013

CARTA ABIERTA A BERMEOTARRAK



Carta abierta a  bermeotarrak.
Ante todo, manifestaros mi solidaridad ante la tragedia que habéis sufrido recientemente a causa del incendio de varios inmuebles. Como sois un pueblo recio y trabajador os habéis puesto de inmediato a la tarea de recuperar de nuevo la moral que perdisteis y a solucionar las consecuencias de esa tragedia. Pero como es reconocida y admirada vuestra idiosincrasia y orgullo, uno se siente sorprendido al ver que se están llevando a cabo diferentes iniciativas de grupos para recoger fondos y ayudar a los damnificados.  Los bermeanos no necesitáis ni caridades ni donativos para paliar las consecuencias del incendio, os corresponde en derecho que las instituciones pongan a  disposición de vuestro pueblo los fondos necesarios para restablecer la situación a los afectados, sin  que tengan que estar pendientes de ningún favor que se les ocurra  hacer  a personas de buena fe, pero que dejan a la población siniestrada al albur de su sentido de la caridad, de la lástima o de la habilidad para organizar eventos para suscitar la generosidad de la población. Las instituciones públicas deben responder sin dilación a apoyar con los fondos necesarios, sin que sea aceptable aducir la carencia  a causa de la crisis. Si no disponen de dinero, que lo saquen de otros capítulos más frívolos o parando obras faraónicas que sólo tienen por objeto el gigantismo y provocar la admiración. Los bermeotarrak os merecéis justicia y no caridad ni festivales ni folclores para ayudaros. Quisiera escuchar a vuestras autoridades agradeciendo la buena voluntad de los que generosamente se han ofrecido a apoyaros, pero con una declaración como corresponde, mostrando el agradecido rechazo a esos obsequios y la exigencia firme de planes de rehabilitación con cargo a los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, incluidos los bermeanos. Que sigáis demostrando vuestra reciedumbre, seriedad y firmeza a la hora de exigir  derechos sin limosnas ni favores. Nos estáis dando una vez más testimonio del valor y fortaleza de la gente de la mar.