CUANDO LA JUSTICIA
SE CONVIERTE EN VENGANZA
La justicia es virtud
que dignifica al ser humano, pero que se convierte en venganza cuando está en
manos de los jueces profesionales cuando
se limitan a aplicar las leyes que impone el poder por muy legitimado que
esté. Las pruebas son contundentes.
Porque es un principio de derecho que los jueces tienen que considerar el
contexto en que se producen los hechos y las
sentencias no se deben redactar exclusivamente
a la luz de las innumerables y contradictorias leyes que se promulgan , pues siempre existe una con un
sentido y otra con el opuesto. Queda excesivo
margen subjetivo en poder del juez. El afán de venganza es manifiesto en la
decisión del Supremo de anular las
salidas laborales concedidas en virtud
del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario
a los presos políticos condenados por el
Procés. Igualmente la Audiencia Nacional ha enviado a prisión a Itxaso Zaldua ,
libre desde hacía tres años después de cumplir condena de 12 en Francia.
Es evidente que el contexto ha cambiado, que ETA se ha disuelto y cesado la violencia y que en Catalunya hay indicios de que se
camina hacia la negociación política del
contencioso y se abandonan actitudes sancionadoras ejemplarizantes para la población catalana por querer decidir su
futuro. El protagonismo riguroso de los tribunales judicializando la actuación política del independentismo contrastan con la inhibición y tolerancia de
hechos que deberían estar en los tribunales
porque se tratan de delitos definidos con precisión en los códigos: los indicios de corrupción del rey emérito
o la publicación por la CIA de documentos secretos acusando a Felipe González de ser el creador
del GAL. Decía uno de los Sabios
de Grecia: “ Un pueblo con jueces justos es un pueblo feliz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario