“QUE TENGAS JUICIOS Y LOS GANES”
Es la maldición del gitano que se está convirtiendo en real.
Un juez de Málaga ha encarcelado a un matrimonio inglés acusándoles de raptar a
su hijo gravemente enfermo, por no estar conforme con el tratamiento que le
estaban aplicando en el hospital de Southampton. Se trasladaron a Málaga,
llevaron al enfermo al hospital y el juez español que recibió el rogatorio del
juez inglés los mandó a la prisión. El enfermo estuvo desamparado y sin el
calor de los padres durante su estancia en prisión, pero el juez, impertérrito,
los mantuvo presos a pesar de la condena general de la opinión pública que no
comprendía que un juez fuera capaz de no tener sentimientos a la hora de
aplicar la ley, puesto que esa parece que debería ser la esencia de la acción
judicial. Finalmente el juez inglés decidió liberarles a la vista del revuelo
que montó por su extraño sentido al aplicar las leyes. En declaraciones ante la
prensa a su salida de la cárcel los padres manifestaron que fueron tratados como
criminales y explicaron que todo lo hecho ha sido por amor a su hijo. En EEUU un
juez ha ordenado liberar a dos hermanos deficientes mentales que fueron
condenados a cadena perpetua por haber violado a unas niñas. Siempre se han
declarado inocentes, pero fue inútil: han seguido encarcelados t han tenido que pasar 30 años para que se
revisen sus causas, tras de lo cual han sido declarados inocentes y liberados. Y
así, el juez, satisfecho por el deber cumplido, aunque nadie les devolverá ni
los años en prisión ni la humillación que supone .La maldición del gitano
debería matizarse, pues el problema no es la sentencia, que siempre será mala
aunque se gane el juicio. Lo penoso es el proceso y sobre todo, tener que estar
en manos de unos seres superdotados porque saben muchas leyes de memoria, pero
que precisamente por eso, se
deshumanizan, se creen infalibles pues sus sentencias complejísimas y a veces
delirantes, pueden ser válidas para dar la razón a cualquiera de las partes en
litigio. Porque a pesar de su soberbia de iluminados, saben que tienen patente
de corso porque son los dueños y señores de vidas y haciendas de los
enjuiciados. En medio de todo es un consuelo ver que los jueces de EEUU e
Inglaterra cometen errores y descienden al nivel de seres humanos. Pero los españoles son peculiares, pues con
salarios excepcionales, trabajando poco y sobre todo saben que tienen el
respaldo de una especie de patronal que es el Poder Judicial que les protege de sus errores y faltas. También cuentan
con el respaldo del gobierno que, a cambio de ser sumisos a las
“sugerencia superiores”, les asegura
siempre el beneficio del indulto liberador de conciencias y de riesgos
indeseados. ¿Para cuándo verdaderos Jurados Populares?
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