BIOGRAFÍA DE UN HÉROE ANÓNIMO.
Siempre me han impresionado las personas que son capaces de
enfrentarse a las dificultades o presiones con naturalidad y sin hacer ruido.
Son los héroes anónimos con suficiente
vida interior como para despreciar la popularidad o el elogio de los demás.
Suelen tener perfiles amables y modestos, escuchan al interlocutor con interés y
por eso son capaces de tener el detalle
de recordar el contenido de un diálogo.. Pero a la hora de mostrar su
personalidad y mantener criterios que creen que son los correctos, a pesar de
las presiones o descalificaciones que reciban tanto de sus opositores como por
medio de la fuerza de los poderosos, su personalidad y criterios les hace
mantenerse firmes en sus convicciones, aunque con talante dialogante
con sus opositores, quienes llegan a la ofensa personal cuando les faltan argumentos.
Estoy bosquejando las virtudes y características que
concurren en mi buen amigo Jexusmari, del que quiero hacer una humilde alusión biográfica
sin que él lo sepa, pues si así fuera, me lo prohibiría e incluso se sentiría
ofendido al hacer públicas sus virtudes. Su modestia le hace afirmar que no se
puede tomar ninguna vida como ejemplo para la generalidad, pues, según él, a
veces en alguna acción humana con visos de generosidad y de defensa de la
justicia se esconden intenciones espurias que tratan de obtener un beneficio
personal. Dice que lo único que tiene valor genuino es el ejemplo, porque lo
que es evidente no se puede disimular, en cambio detrás de muchos discursos
llenos de frases y expresiones sublimes suelen esconderse los oportunistas y
apóstoles que buscan constituirse en líderes para su beneficio.. Por eso, pido
perdón por anticipado a Jexusmari, pero quiero decirle que hay actitudes y ejemplos en los que el
idealista, ni siquiera él está
autorizado a ocultar por pudor o por modestia.
Jesxusmari está en estos momentos preso y lleva allí más de diez años y le faltan aun incontables. Su delito fue ser nombrado miembro del
Consejo de Administración de un periódico de tendencia radical, que fue fundado
y financiado por aportaciones populares modestas de miles de
individuos de todo un pueblo que
sentía su propia identidad y así
lo quiso mostrar. El periódico fue clausurado acusado de apoyar al terrorismo. Jexusmari tomó parte en el proyecto periodístico como lider, pues era muy
problemático encontrar personas concienciadas que aceptaran los riesgos
políticos, profesionales y personales que se derivarían de la condición de
cabeza visible de un periódico que se enfrentaba a las estructuras opresivas que
tenían desmoralizados a los patriotas con conciencia de ser una nación
diferenciada. Jexusmari es inequívocamente pacífico: siempre se había
posicionado contra toda violencia, dando muestras de ello con un historial que
así lo demuestra y que no requiere ninguna explicación a la vista de las
evidencias.
Nació en Tolosa, entró en el seminario a los diez años, como
era habitual en aquella época en la que la única manera de salir de la pobreza y
poder estudiar era hacerse cura. La vocación se les suponía a aquellos niños
que ingresaban, de manera que era fácil de manipular los sentimientos y
voluntades de unos niños de caserío que sólo se sabían expresar en Euskara, que
carecían de otras expectativas dignas
que no fueran marchar a las fuerzas armadas o emigrar a América. Así era
que durante su ejercicio ministerial se
esforzó por mostrar una visión social y progresista del Evangelio que proclamaba con honestidad,
aunque las presiones de la jerarquía y el contenido desmovilizador de
conciencias que fue adquiriendo la Iglesia, le llevaron a abandonar su
ministerio y continuar con su misión evangelizadora por medio de la revista
“Herria 2000 Eliza”, de la que fue fundador, mentor y dinamizador, realizando
un esfuerzo callado, pero que ha
permitido seguir editándose en la actualidad. El elevado nivel intelectual de sus artículos y
colaboraciones y la crítica a las estructuras eclesiales son la base ideológica
para muchos de los lectores comprometidos en mantenerse en una fe renovada que
descubre el contenido y el mensaje revolucionario del Evangelio. Jexusmari
es periodista con un agudo sentido de la
responsabilidad social de la profesión.
Enseñó periodismo en la EHU de la que fue expulsado por razones ideológicas,
aunque mantuvo su protesta en la puerta
de la Universidad durante varios años,
generando una gran corriente de solidaridad de alumnos y profesores. Los que
tuvimos la suerte de leer sus frecuentes crónicas mientras estuvo libre y se
editaba el periódico que fue clausurado, gozamos del conocimiento de su
profundo pensamiento sobre aspectos políticos relacionados con la problemática
del pueblo vasco como nación. Aprendimos a ser críticos y a tomar conciencia de
que somos un pueblo diferente, que no queremos perder la identidad y que
respetamos a todos los demás pueblos porque es la esencia de la convivencia
pacífica y del progreso.
Lo siento, Jexusmari, sé que no estarás conforme al haberme
tomado la libertad de proclamar tu imagen, pero, como decía el filósofo: “Antes la justicia que la paz”
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