“…YO NO SOY RACISTA, PERO…”
Quien inicia su criterio sobre la emigración con esta expresión, seguro que es racista.. España es un país racista y especialmente virulento en Euskal Herria,
aunque lo neguemos por vergüenza.. Hay
evidencias que lo corroboran: después de unas manifestaciones públicas xenófobas
del alcalde de Sestao, ha logrado la mayoría absoluta en las municipales, y eso
tras pedir disculpas ante la presión de los medios. El ex alcalde de Gasteiz,
Maroto, con una campaña indigna contra
los emigrantes a los que acusa de vivir de las ayudas sociales, ha logrado
cinco mil votos más que en las elecciones anteriores. Ha perdido la alcaldía
por acuerdo entre los demás partidos para desposeerle del cargo. Pero en
realidad la capital de Euskadi se ha manifestado inequívocamente racista. Según
un estudio sociológico solvente, el racismo incide en proporción inversa al
nivel cultura., de forma que es más agudo en las
capas más incultas y con baja renta. Parece que el color, la raza o las
creencias de los inmigrantes no son determinantes, pero sí la capacidad
económica. Se rechaza a los negros o sudamericanos o orientales europeos en
tanto que pobres, pero no hay inconveniente en aceptar como vecino a un futbolista
famoso sudamericano o africano, pues tienen ingresos envidiables y la gente se
siente orgullosa de tenerlo en su barrio, aunque no pague los impuestos debidos o
proceda de los bajos fondos de sus países de origen. Sin embargo, respecto a Bárcenas, El Bigotes, Griñán o los que han
cobrado en “B” del PP o del PSOE o CyU, nadie siente ninguna clase de xenofobia
contra ellos y no hay inconveniente en aceptarles. No se produce rechazo a
corruptos, banqueros rescatados, torturadores o especuladores que se enriquecen
con la miseria de la población sin recursos: a esa “clase social”.se le respeta
e incluso la masa con escasa capacidad reflexiva alardea de su amistad al
relacionarse con quienes son los culpables de los graves desequilibrios en los
que está sumida la humanidad. Es palpable en España y doloroso entre los vascos..
No deberíamos olvidar que los españoles han sido tradicionalmente emigrantes
cuando carecieron de medios para vivir aquí y fueron aceptados en otros países
sin discriminación alguna.