HAY DIFERENCIA:
HITLER PERDIO, FRANCO GANO
Cuando faltan noticias o se quiere ocultar algo que se teme,
se acude al Monstruo del Lago Ness. Ahora toca el Pazo de Meirás. Como si la
Fundación Francisco Franco se hubiera creado recientemente. Sus detractores
argumentan que no se comprendería que en Alemania se fundara un grupo para
enaltecer a Adolf Hitler o en Italia a Mussolini. La diferencia está en que
Franco ganó la guerra y Hitler perdió la
suya. La gente debe desconocer qué es el botín de guerra. Los franquistas y sus
herederos están disfrutando del que
lograron como vencedores en la Cruzada. Es cierto que en Alemania se persigue
legalmente la exaltación del Führer, pero no se puede olvidar que en el III
Reich, a excepción de comunistas, judíos, algunos intelectuales y razas
marginales, el 90% de la población era simpatizante de las orgías racistas nazis,
a pesar de que no todos pertenecieran al NSDAP. En la mente de cada alemán había un ser de raza superior. Actualmente
muchos alemanes que vivieron aquella locura bélica, aunque fueran niños, tienen
oculta en la mente la semilla nazi, pues las leyes al respecto actualmente son
muy restrictivas. Aunque la mayor parte de los altos mandos que sirvieron al
Reich supieron cambiar de chaqueta para convertirse en demócratas y salvaron el
pellejo. Pero, si las circunstancias cambiaran y hubiera que calarse de nuevo el gorro
militar y las botas, todos ellos volverían a defender la Heimatland. De los alemanes
jóvenes actuales que no conocieron
aquellas aventuras militares y racistas hay poco que esperar, pues no es que no
sean patriotas, es que carecen de ideología, se limitan a buscarse la vida sin
pensar en los demás. Se ha impuesto la del Sistema: vacaciones en países subdesarrollados ideológicamente, tomar el sol hasta achicharrarse, alcohol
barato que les estimulan para hacer “balconing”, y si terminan vivos, volver a la Bundesrepublick a su minijob, arruinando a los países miserables de la periferia. Enloquecen
en festivales de música basura apoyados
con estridentes altavoces y luces cegadoras que provocan delirios por su alta calidad y
por el alcohol que trasiegan. Esa es la gloria del Sistema: ahora manipulan sus
mentes con ruidos y luces. En Hitlerszeit la droga alienante era la superioridad de la raza aria, ahora son
más civilizados: ya no necesitan la violencia militar para controlar a las
masas. Ahora tienen el BCE y los serviles funcionarios de Bruselas para
conquistar sin traumas Europa. Aunque la Fundación Francisco Franco sea
ilegalizada y el Pazo de Meirás pase al Patrimonio Nacional, aun hay muchos beneficiarios
del Alzamiento en el PP, PSOE y otros vencedores preguntando: “¿qué hay de lo mío?”