lunes, 8 de septiembre de 2014

LECCION DE UN BOMBERO CON DIGNIDAD



 LECCION DE UN BOMBERO CON DIGNIDAD.
Con motivo de una razzia  policial para desalojar de su vivienda a una familia desahuciada por impago de su hipoteca, un mando  exigió que los bomberos derribaran la puerta que estaba siendo defendida por un grupo de personas solidarias, contrarias al uso de la violencia para arrojar de ella  por orden de un juez insensible que se limita a dar curso a una orden sin considerar sus crueles efectos. Un bombero al que se le ordenó la acción violenta se enfrentó dialécticamente a las fuerzas, negándose a cumplir su exigencia argumentando que entre sus funciones profesionales no está colaborar a desalojar viviendas por desahucio. Fue detenido inmediatamente, llevado al cuartelillo, donde se le sometió a interrogatorio durante varios días. Quedó libre, pero  se le abrió un expediente que ha terminada con una sanción de 600 €.  En manifestaciones a la prensa el bombero puso de manifiesto las razones para negarse a obedecer a los policías, reiterándose en que consideraba que su actitud se ajustaba a derecho y que, en consecuencia, tenía la intención de recurrir a la sanción. Más allá de  generalizarse los desahucios y no considerar el impacto para el afectado que tiene que abandonar su vivienda, por muchos argumentos legales que esgriman los que nunca serán desahuciados, el bombero ha dado una muestra de solidaridad y de ética profesional. Los funcionarios afirman que son “servidores públicos”, por lo que su función prioritaria es atender a la ciudadanía. Sin embargo se trata exclusivamente de una manifestación retórica, pues la realidad es que se consideran privilegiados e intocables y sólo defienden sus derechos, ignorando los de la colectividad a la que dicen servir. Este bombero con su actitud de rechazo a una orden que no le corresponde y se niega a obedecerla, aunque su decisión le suponga su detención y la sanción por no prestar auxilio a las fuerzas policiales. En todo el episodio existe una parte que actúa con escasa sensibilidad ante los problemas sociales: el juez al que le es ajena toda actitud que humanice su decisión de dejar a una familia en la calle. Además, la policía, que está diseñada para cumplir con rigor la letra de las decisiones judiciales, sin que pueda caber la mínima reflexión que matice la diferencia entre el orden público,  de la seguridad ciudadana. Es obvio que debe ser una distinción muy difícil de comprender por una tropa policial y sus mandos que tienen unos valores deontológicos tan sublimes como sacar arrastrando a los que  desahuciados y ordenar a un bombero que les ayude en su incomprendida misión por la ciudadanía..



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