LA VIDA DE CESAR.
DEDICATORIA
Este título que lo he cogido prestado y que quiere ser un remake afectuoso de un film inolvidable por su sencillez y
ternura titulado “La vida de Brian”, una obra maestra del grupo de teatro Monty
Python que cautivó a los cinéfilos que gozamos
viéndola y que se estrenó en 1979. Describe de una manera amable y lúdica la
vida de Jesucristo en su paso por el mundo, con el respeto de actores y guionistas laicos que
teniendo sus convicciones filosóficas, no quisieron explicitarlas en su obra
.artística.
Va dedicada a mi amigo Cesar Sanchez como humilde homenaje que me
honro de dedicarle en forma literaria, confiando que considere esta
intrusión en su vida personal como una inocente broma, pues entre sus virtudes confío
en su agudo sentido del humor, además de que espero que sea
capaz de soportar una crítica bien intencionada que va incluida en
las líneas que siguen. En todo caso, le ofrezco mis disculpas por anticipado
por si pudiera sentirse ofendido.
Los seres humanos desarrollan su personalidad sobre unas bases genéticas que heredan de sus
progenitores, pero siendo cierto, no lo es en su total extensión, pues de hecho
no es extraño que muchos hermanos y
hermanas entre sí sean diferentes. Es que
existe un ambiente social en el que cada persona está incardinada y que
le va a condicionar o al menos matizar esa base genética que recibe de sus padres. Se trata entre otros aspectos de la profesión y ésta se modela en función
del entorno en el que se desenvuelve, de las aficiones que vaya adquiriendo y de la
personalidad que le vaya modelando su vida. Es decir, la profesión está muy
vinculada a la vida de cada uno, salvo los que no pueden o no tiene ni oficio ni beneficio porque la vida no les ha
sido propicia y han tenido que ingeniárselas para vivir como han podido. En
realidad para sobrevivir, que es el caso de la mayor parte de la humanidad. Salvo los privilegiados
a los que la vida nos ha colocado en un
mundo con el que no hemos colaborado más
que los demás para lograrlo.
Por tanto, se podría afirmar que las profesiones y las personalidades
van emparejadas y en función de ello, quien logra coordinar ambos aspectos estará o no más satisfecho en su vida. Pocos
futbolistas de élite son intelectuales, pues han tenido que desarrollar
actividades que exigen capacidades físicas especiales y en cambio,
las facultades intelectuales especiales es seguro que si las hubieran tenido, no
habrían llegado a ser figuras admiradas de deporte. Por la misma razón y en
sentido opuesto, un intelectual o un científico que ha vivido entre libros y
laboratorios es probable que no tenga el
record de los 100 metros lisos o que no juegue
en la NBA.
Bueno, pues toda esta
disquisición seguramente no es aplicable al caso de César, pues si alguien
tiene una profesión basada en el rigor científico y en la precisión de los
procesos matemáticos como es la
informática es él. Contrasta su manera de explicar en sus clases los procesos tan áridos como son los conceptos
matemáticos abstractos, con el esfuerzo didáctico que debe hacer para captar el interés del alumno a base de sus procedimientos personales que desarrolla para dar forma comprensible a explicaciones o conceptos abstractos que carecen de imágenes
visibles y que tratan de provocar y
estimular al alumno para que colabore en
positivo a la transmisión del conocimiento que el profesor le está explicando y logre entenderlo y asimilarlo como un estímulo mental que penetra en su cerebro en forma de un conocimiento más que le está capacitando
para desarrollarse intelectualmente para que vaya en su provecho en
su vida cotidiana.
Es decir, al margen de los
conocimientos técnicos que posee porque su formación le ha capacitado para ello,
de poca utilidad sería si toda la ciencia que acumula no supiera o no se
preocupara de transmitírsela a los alumnos que acuden a sus clases, no a descubrir o admirar sus conocimientos, no van a eso, sino que su gran
bagaje es el contenido que ha adquirido a lo largo de su vida, aparte
del profesional, sino la dimensión humanística que le ha sensibilizado para motivar y captar la capacidad de cada alumno a la
hora de explicarle y lograr que entienda esos conceptos abstractos como las matemáticas o su expresión al ser aplicada al mundo de la informática.
LA VOCACIÓN DE CESAR
Ello significa que Cesar posee unas facultades mentales que le
permiten entender e interpretar los
conceptos matemáticos, analizarlos y darles sentido y forma para ser explicados a personas a los que se
los va a explicar porque los desconocen y que suponen para los alumnos, un medio de capacitación profesional para progresar en la vida. Este esquema mental
rebasa los límites de la ciencia matemática, no tiene nada que ver con ella y se
transforma en un proceso psicológico que es el medio para que el alumno logre
captar lo que el profesor tiene interiorizado
de forma racional, comprensible y que no le provoque riesgo de rechazo, algo
habitual en muchos alumnos que tienen
que recibir lecciones y enseñanzas de profesores con un gran bagaje de conocimientos, pero que carecen
de la psicología o del interés necesario
para ser comunicativos o hacen de la
profesión una manera de distinción social basada en el cúmulo de conocimientos que se posee y sirven
para valorizarse competitivamente ante la sociedad oficializándolos en los títulos académicos que pervierten el
sentido y significado del conocimiento aristotélico que hacía de él una manera
placentera de gozar de la vida y que estuvo vigente en prestigiosas universidades durante la muchos siglos y fueron los instrumentos para crear las clases sociales burguesas en la edad moderna
hasta el presente.
Ahora, por estar masificada se ha convertido, no en
un espacio del conocimiento, sino en un medio selectivo para clasificar a
colectivos muy numerosos y bien formados, aunque sólo en muy concretas y determinadas ciencias o
materias, pero que han abandonado y desvalorizado las humanidades porque “no dan para vivir” y
además provocan desequilibrios en los alumnos, pues pierden de vista los objetivos que se exigen actualmente a los universitarios que consiste en alimentar
de la tecnología necesaria al mundo empresarial que es la
triste misión actual de las
universidades. Estos universitarios compiten entre ellos para supervivir a costa de lo que sea sin respetar
formas e ignorando conceptos valiosos como la solidaridad y el afecto entre las personas.
En realidad el individualismo es el factor excluyente para
eludir la competencia que se origina en la acumulación del conocimiento en el
sentido de que los demás no lo logren para ser elegidos por los que los responsables
que contratan como profesionales. Es la utilización de la ciencia como método
selectivo y excluyente en lugar de ser lo que nos humaniza y hace progresar a
la humanidad en su conjunto, en contra de la utilización para superar al competidor en un mercado cada vez más limitado y menos solidario individualista. Porque el conocimiento, no es cultura, es el procedimiento de selección sin
violencia que tienen los seres humanos para competir leal y civilizadamente, aunque ello suponga
también un cierto tipo de violencia que
la sociedad actual ha asumido como válido.
Es que en realidad el sistema económico y social que ha creado el
capitalismo es perverso, pues la capacidad productiva del género humano se ha
elevado exponencialmente y la competencia es el valor principal, aunque de ella
se derivan las guerras, las diferencias sociales y fomenta la mentira como
medio para ganar mercados o hacer negocios.
Entonces, qué es la cultura? No es lo mismo que el conocimiento?
La universidad actual lo ha querido mezclar para responder a la falta de prestigio que ha acumulado a
consecuencia de la presión del sistema capitalista que lo pervierte todo. Pero es muy distinto: la cultura es una
virtud que se adquiere con el esfuerzo y no sirve más que para satisfacer a
gente mal posicionada en la sociedad…
Me decía Cesar cuando le mostré cierta admiración por su falta de
ambición en todos los sentidos, que no
le supone un esfuerzo, que incluso puede ser por comodidad o por no querer problemas
y toma la actitud “buenista” y amable en la vida: En realidad casi todos los
seres humanos en su intimidad asumen esa condición que desarrolla Rousseau en
su obra cumbre, “El Contrato Social”. Considera
este humanista, que es el padre de la teoría en la que se funda del sistema democrático de la separación de
poderes, que “El ser humano es bueno por naturaleza”. Por cierto que la Iglesia
católica le excomulgó porque Roma mantenía la tesis de “la maldad del ser
humano”, porquee hace una interpretación intencionadamente perversa de pasaje de Mateo 15:11 que dice que: viene a explicar
que “… no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que le
sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre”, lo cual se puede
interpretar de una forma y la contraria, como ha venido siendo la interpretación
de los evangelios cuando ha interesado a Roma.. No cabe ninguna duda de que la
tesis de Rousseau además de razonable y
favorable al hombre , supone confiar en que la obra de Dios por su propia
naturaleza tiene que ser buena, por tanto su
obra principal , el ser dotado de inteligencia y de sentimientos al que le infundió el alma a su
imagen y semejanza tiene que ser bueno. Empíricamente lo podemos
comprobar en las relaciones habituales entre los seres humanos, pues todos
sentimos afecto por los demás, la solidaridad surge espontáneamente, nos apiadamos del que sufre y nos duele ver cuando alguien riñe o golpea a otro. Nos sentimos solidarios con el que sufre. Aquí
no valen las explicaciones: que cada uno analice su actitud respecto a sus hermanos
y hermanas que forman el género humano.
Sin embargo, alguien objetará que, entonces cual es el origen de tanta tensión
entre los seres humanos, quiénes provocan las guerras, por qué hay ricos y
pobres, pues si fuéramos todos buenos surgiría espontáneamente la virtud de
la caridad para ayudar al que carece de medios para supervivir. Por qué
tenemos que ser vigilados por la policía o cerrar la puerta de nuestra casa
para que no nos ataquen. Sería exhaustivo el catálogo de argumentos que contradicen
la opinión de J.J. Rousseau respecto a la suya sobre la bondad del hombre.
EL SER HUMANO REY DE LA CREACION
Es cierto que el ser humano tiene instintos de defensa que los
pone en acción de una manera irracional, es el miedo que siente ante la inseguridad
y su reacción es irracional. Por eso tiene importancia la educación en los valores humanos que se va
adquiriendo a lo largo del desarrollo de la presencia del hombre en la tierra,
es la civilización que va adquiriendo a lo largo de su vida como ser
inteligente que es, y no sólo en las ciencias exactas o en las
económicas. Es la necesidad de civilizarnos para racionalizar las relaciones
entre los humanos y transformar las sensaciones instintivas en procesos
mentales que se aprenden en la familia, en la escuela y sobre todo en la
convivencia natural entre los seres inteligentes que somos todos los que
componemos la humanidad y que somos descendientes de una comunidad de seres
inteligentes que ha ido adquiriendo a lo
largo de la historia unas formas que se van trasfiriendo de padres a hijos de
generación en generación.
Sin embargo este género humano tan desarrollado y sensible no es
perfecto; ha ido acumulando a lo largo de la historia experiencias,, unas veces
como víctima y otras como verdugos de situaciones de explotación de los
poderosos que son gente como los demás, pero con la diferencia de que han
acumulado más riqueza de la que
necesitaban para atender sus necesidades vitales y las de su familia. Se está
creando la clase poderosa, la que tiene un excedente de productos que obtiene
por medio del engaño o la violencia y
explotando la necesidad del que no lo tiene, pero que necesita y para obtenerlo
se humilla y el que posee le impone condiciones y exigencias que el que va a
pedir no puede rechazar porque si no acepta las condiciones no recibirá lo que necesita para vivir. Instintivamente el
poderoso que ha acumulado bienes y riqueza siente inconscientemente una sensación de
superioridad que se convierte en inferioridad para el deudor. Ya se ha creado
la barrera psicológica de ricos-pobres y automáticamente se despierta el ánimo
de venganza del pobre porque disponer de
bienes que están en la naturaleza es el
medio para supervivir como animales que somos,
aunque cierto que racionales, pero a ver quién es capaz de racionalizar
en un estado de emergencia en el que se
está jugando la vida propia o la de los familiares. Es el instinto de
supervivencia que todo ser vivo posee, al que la cultura ayuda a dominar, pero
que no desparece porque es como
impedirle desarrollar la razón para vivir.
Esta historia elemental se inicia desde la iniciación de la vida en la tierra y
se va modelando a lo lago de la historia del mundo, donde el dominio de los
poderosos no cesa, al contrario, crece
en presión y en extensión. Los plebeyos son ya una clase, otra va surgiendo
entre los que han aprendido un oficio y son capaces de vender sus conocimientos
y no tienen que soportar en exceso los abusos de los poderosos. Pero los
plebeyos forman legión que no tienen acceso a los bienes de la tierra puestos
por Dios para disfrute de la humanidad porque se las apropian los poderosos. Estos,
que son pocos porque han aprendido que los acuerdos entre pocos son más fáciles de conseguir que entre muchos,
tienen que defenderse y lo hacen precisamente contratando a los plebeyos a los
que niegan todo si no es a cambio de algo que el pobre posee
que es la necesidad cotidiana de bienes suya y de su familia. Por eso le pagará un salario
a cambio de servirse de él para defenderle precisamente de sus compañeros de clase. Es el proletariado, una clase social nueva con
conciencia de serlo, que va acumulando humillaciones y afán de venganza a base de soportar hambre y privaciones que es la manera que tienen el poderoso para provocar, dominar y mantener en tensión al pobre.
DIOS ESTA AQUI
Quizá Cesar considera que la bondad es síntoma de debilidad o de
temor y sigue la doctrina evangélica de las bienaventuranzas que ensalzan a los pobres, a los presos, a los
débiles y les promete la felicidad eterna en la otra vida. Ese fue el argumento del rechazo de Carlos Marx a la iglesia católica que condenaba la
violencia como método del proletario para conseguir lo que necesita para vivir
y que el poderosos se ha apoderado de ello por medio del proceso de acumulación
del sistema capitalista. No es ésa la interpretación correcta, pues la historia
de la iglesia es la de un poder temporal insaciable que Roma desarrolla
desde Constantino hasta estos tiempos.
Sólo habría que analizar sin
apasionamiento ni complejos el libro del teólogo suizo, que estaba
llamado a ser papa y la rechazó, asesor
principal del Concilio Vaticano II, Hans
Küng, con el enigmático título: “Tiene
salvación la Iglesia?
Los evangelios leídos sin apasionamiento, con sinceridad y sin miedo a ser tildado de hereje, hablan de
amor, de justicia, de pobreza, de compasión, de compartir, de perdonar, de la
dignidad de los seres humanos, valor la misericordia etc, etc, pero también es
la crónica de la denuncia a los
poderosos que acumulan lo que pertenece a todos los seres humanos, denuncia a
los fariseos y publicanos a los que llama sepulcros blanqueados, raza de
víboras y arroja del templo a latigazos a los mercaderes porque han hecho de la
casa del padre una guarida de especuladores. Y al final los políticos le condenan a muerte porque está
soliviantando a los humildes porque defiende sus derechos. Así que, hay una gran distancia entre lo que Jesús predicaba en su vida pública y la realidad de las riquezas acumuladas por la Iglesia a lo largo de la historia por las conquistas de naciones y estados que consiguió ejerciendo la violencia que Jesús condenó como método. Es la consecuencia del criterio tradicional
de la jerarquía que ha difundido la doctrina de que el cristiano
tiene que ser manso y valora la obediencia como dogma que está mezclado con el derecho
canónigo y que en la realidad es la
invasión de la religión en la vida civil de la sociedad. Por eso la crisis de
la iglesia no se debe a que los creyentes han abandonado las prácticas
religiosas, es que han descubierto
muchos de los secretos ocultos acumulados que se han hecho públicos delitos que estaban en
la nebulosa intencionada por la
connivencia de la iglesia con los estados. Estos utilizaban su capacidad para controlar las mentes de los creyentes y no creyentes a
cambio de que de hecho existiera un
poder paralelo de la iglesia.
Es necesario señalar que la figura de Jesús es capaz de atraer a
los creyentes honrados que valoran su doctrina que se explica en los evangelios
y que la fe y las convicciones de quienes han profundizado en su vida y en su
mensaje y que no deberían estar basados
en hechos históricos aberrantes, pero hay que reconocer que el ser humano está
muy influenciado por el ambiente y la difusión sistemática y bien argumentada y
falseada historia es capaz de cautivar a
quien busca la verdad. Pero el progreso
de las ciencias sociales y y el progreso del laicismo de la humanidad ha hecho que la
fe se haya quedado convertida en un cierto fanatismo y las creencias se han circunscrito
a factores humanísticos, como los del
amor al prójimo, el perdón o la solidaridad, pues el resto ha quedado como literatura banal. Otros, que
siguen la esencia de los evangelios y creen en Jesús, se han autoexcluido de la
iglesia porque sus testimonios reales son contradictorios con la doctrina que
Jesús predicó. Pero la exitencia del Pueblo de Dios, que está formado
por los que quieren seguir siendo los discípulos de Jesús, aunque asumiendo que
esa decisión, en lugar de la tradición secular de la iglesia de valores
terrenales y prestigio les va a suponer
inconvenientes y perjuicios. Pero es
encontrar un fundamento a su vida plena porque está presente Jesús y con los seres humanos.
RELEER
Releo lo que hasta aquí he puesto sobre el papel y si Cesar lo
leyera no sé si sacaría la conclusión de
que le estoy criticando y opinando sobre su vida personal o se me olvida que mi
voluntad era describir su personalidad porque considero tan original como para
que me atreva a investigarla sin su autorización. Es que en realidad me parece que
es difícil clasificarle en función de sus características personales, unas
evidentes y otras que se pueden deducir al conocerle y profundizar en su
amistad. En todo caso reconozco que me estoy tomando la iniciativa de ser juez
sin tener su autorización ni capacidad para llevarlo a cabo y menos para emitir una
sentencia. Estoy incurriendo, quizá, en ejercer la función que más odio que es la de
enjuiciar a otro ser humano. No considero aceptable que alguien con mis
mismas facultades, conocimientos y
limitaciones pueda atribuirse el derecho
a emitir una opinión y menos condenar a
otro ser de igual dignidad. De ahí mis críticas furibundas a los jueces
profesionales que se acuestan todas las noches con la conciencia tranquila
después de emitir sentencias, a veces hasta de cadena perpetua y en casos de
locura colectiva, que se condene a la pena de muerte. Pero me justifico porque
toda condena o crítica tiene la posibilidad de invertirse de sentido y convertirse en difusión de las virtudes humanas de alguien a quien admiro. No
es afán de
halagarle ni descubrir su
intimidad a pesar de que su estilo personal prefiera pasar desapercibido. Me va
a tener que perdonar por tomarme la libertad de ofrecer una opinión sobre su
manera de ser, pero me justifico porque este escrito sólo será leído por él personalmente y por quienes él
decida, de manera que, sin embargo, si a pesar de estas justificaciones,
considera que me extralimito, le reitero mi petición de perdón.
Me atrevo a entrar en este arriesgado mundo de la psicología y más
aun si soy consciente de que carezco de
conocimientos para ello, porque a medida que le he ido conociendo en profundidad
me parece que tiene unas características personales que en mi caso me ha
sorprendido y me ha hecho pensar.
Desde un punto de vista elemental y como profesor de una actividad
tan compleja y responsable como enseñar me ha parecido que su capacitación e
interés para comunicar sus conocimientos
a quienes arecen de ellos y los solicitan, es indudable: además considero que se trata de
una profesión digna y se necesita vocación para ser ejercida en
plenitud. Pero, además, la enseñanza de
una materia tan árida como la informática lo complica más todavía. Es de
justicia manifestar que, aparte de la entrega para que el alumno sea capaz de
entender y asimilar lo que explica, lo crucial es hacerlo asequible a mentes que en general no están habituadas a
la lógica matemática y que la probabilidad de rechazo es muy alta. Así requiere
ser didáctico y que haya un estímulo
para el alumno muestre interés y no se aburra. Es notable la necesidad de
poseer expresión corporal y verbal para
atraer el interés del alumno, pues le va a provocar con preguntas directas y concretas, le va a llamar por su
nombre para que se considere que hay una interlocución mutua el proceso de
transmisión de los conceptos para lo cual se sirve de frases atractivas que
capten el interés del alumno. Va a interactuar con todos y cada uno de manera
que ninguno se sienta abandonado, por lo que va a estar pendiente de lo que
explica sea entendible y capte
la imagen de cada uno para deducir si lo entiende o no y si no se atreve a responderle que no, que se sienta seguro y sin miedo de
manifestar su duda o reiterarle una
explicación más comprensible. Es decir, en ese proceso Cesar sabe que tiene la dificultad de combinar los aspectos
humanos y pedagógicos, lo cual es complicado y supone que es el déficit
principal de los sistemas de enseñanza desarrollados para enseñar a masas de alumnos con
capacidades muy diversas. Es un problema que no se ha solucionado ni se
solucionará, pues la capacitación de los profesores actualmente se evalúa en
base a los conocimientos programados que se exigen en los sistemas de
selección. Pero sin hacer ninguna
consideración respecto a la capacitación para enseñar a los alumnos que
por definición van a estudiar y aprender lo que unos profesores tienen
acumulado en sus cerebros, pero no conocen ni han desarrollado métodos cómo transmitirlos. Este es el fundamento de
la crisis estructural de la enseñanza en
general que se origina por la dificultad
para enseñar todas las múltiples y diferentes materias a colectivos masificados
que van dirigidas a alumnos con
coeficientes intelectuales que van desde excepcionales a otros que rayan en la
incapacidad, pasando por una serie de alumnos cuyos niveles de conocimientos son
muy diversos.
CESAR PROFESOR
Esa actitud de Cesar a la hora de tratar de explicar a los alumnos
se completa con su preocupación por cada
uno de los alumnos con los que interactúa sin límite de tiempo ni escatimar los
diferentes medios de explicación, y todo ello analizando permanentemente la
actitud personal del alumno al que está explicando cualquier duda que le plantee.
Es decir, su entrega a la misión de enseñar se transforma en un proceso
personal de amistad y confianza, de manera que el alumno va a convertirse en su
amigo porque del conocimiento de la materia de estudio va a derivarse una
voluntad de amistad que surge por el calor que pone en el proceso de enseñanza.
Esa es una gran virtud, pero se convierte en una limitación, pues es
fácilmente imaginable que en una clase de diez alumnos, de edades diversas, con niveles de formación desde titulados
superiores a casi analfabetos, con
emigrantes de los que tiene que deducir
con cautela y respeto si lo que se le explica lo captan porque no conoce bien el español. Tiene que
soportar con educación, pero con eficacia a gente que le interrumpe
continuamente porque desconoce la dinámica de grupo del que cada uno forma parte, pero que no es el único y tiene que compartir el
tiempo y el respeto a los tiempos e intereses de los demás compañeros. A toda esta dinámica hay que
añadir que durante una parte de tiempo su misión es de mantener el orden y
el silencio en el aula para que los usuarios utilicen racionalmente los ordenadores disponibles, con la misión añadida de estar en disposición de solucionar dudas que
se presenten a los usuarios que, por su propia naturaleza es jun proceso complejo, pues requiere captar el sentido de
la duda a veces expuestas por el alumno
en términos confusos que tiene que
interpretar, mientras, quizá, está
recibiendo la solicitud de ayuda de otros al mismo tiempo.
MI RELACION PERSONAL
Finalmente quiero referirme a mi experiencia personal como alumno
y como lo que yo me atrevo a llamar amigo, pues aunque es bueno no mezclar
conceptos equívocos y se llame amigo simplemente a un conocido
o a alguien con quien se
comparten intereses económicos o de otros géneros, quiero poner a cada clase de relación en su
lugar correspondiente, dadas las características de cada uno de ellos, pues mi
capacidad intelectual se halla muy mermada por la edad, por ser jubilado, por mi estilo y circunstancias de vida, pues vivo solitario y por el estilo
de mis aficiones, ya que procuro mantener
activa mi voluntad de vivir la vida
en plenitud, pues desarrollo una intensa
actividad intelectual, tengo aficiones
deportivas que me ayudan a mantenerme en razonable buena forma física a la que atribuyo
gran importancia. Además, que considero que para mí la informática supone una
actividad imprescindible para mantener mi mente
razonablemente despejada, para ello acudo con frecuencia a cursillos y a una clase semanal con un profesor y sobre todo
necesito con frecuencia apoyo externo en
todos los sentidos de Cesar para
solucionarme los continuos problemas que me surgen como usuario poco
capacitado, pero con la firme
voluntad de seguir progresando en
el uso de esta herramienta excepcional que
considero el mayor progreso de la
civilización después de la Revolución Francesa.
Todas estas características personales que he constatado y otras
muchas que no tienen relación que el
contenido que he querido dar a este análisis y otras más que irán surgiendo, con la frecuente
necesidad de su ayuda para resolver los problemas que se me van presentando, y lo que es más importante, las características
humanas que una personalidad tan rica en matices como es la de Cesar tenía que
derivar hacia aspectos amistosos que con
el diálogo frecuente se han transformado en confianza como para considerarle por mi parte mi amigo, pues yo así quisiera que me
considerara.
Porque, como antes apunto, mis convicciones políticas, morales y
personales se las he ido comunicando y él a mí las suyas, por lo que parece
razonable que derivemos en una amistad sincera que me honra como para que me estimule para
escribirle estas líneas opinión que me
surge espontáneamente como expresión de mi agradecimiento por las molestias que
se toma para solucionarme frecuentes situaciones difíciles y complejas que sólo
un amigo de la calidad de Cesar puede tomarse.
Ciertamente hay algunos elementos intelectuales que nos aproximan,
como pueden ser las convicciones
filosóficas y morales, pues ambos nos declaramos creyentes en un Ser Supremo y
es lo que nos mueve a tomar determinadas actitudes morales que serían difíciles
de explicar si no fuera movida por la
fe.
El contenido de este escrito responde a mi voluntad de resumir a
grandes rasgos las ideas que me han ido surgiendo a consecuencia de los puntos
de vista que hemos intercambiado a lo largo de frecuentes diálogos espontáneos
que se generan cuando ponemos en común opiniones sobre temas que nos interesan
como ciudadanos preocupados porque vivir en este mundo merezca la pena y no sea un valle de lágrimas
como siempre han propagado los pesimistas o quienes opinan que las cosas cuanto
peor vayan, mejor.