NERVIOS EN EL GOBIERNO?.
La Vicepresidenta del Gobierno, en respuesta a la firma y de
la ley de Consultas de Catalunya, ha declarado que se ponen en activo los mecanismos para anularla. Afirma que se trata
de un Asunto de Estado. Mientras, el Presidente, en China, el Jefe de Estado,
en Nueva York, el Ministro de Justicia, dimitido y el que le sustituye no puede
ejercer como tal porque no ha jurado el cargo. Estamos sin responsable de la
justicia. Sucumbiremos? Total, que todo
da la sensación de que se trata de un “sálvese quien pueda”. Curioso que se
considere Asunto de Estado el ejercicio del fundamento de la democracia que es
el voto. No se considera tal que existan seis millones de parados, que la
imagen exterior de España sea noticia divertida de cabecera en la prensa extranjera, informando de casos
curiosos como la corrupción generalizada de nuestros políticos, el Toro de la
Vega o la aparición en los puestos primeros en los rankings humillantes, como
la deficiente formación de nuestros universitarios, la tasa escandalosa de
desempleo, las descomunales y ocultas
ayudas a los bancos por parte de la Administración, la emigración de nuestros
jóvenes mejor preparados porque, después de formados a cargo del país, salen a
prestar su ciencia a otros con mayor visión del valor de la formación. Tener
que retirar el proyecto de Ley del Aborto, que era el tema estrella con el que
ganaron las elecciones, ahora ya no es
tan crucial. Subir los impuestos, cuando se prometió su reducción en las elecciones como banderín
de enganche. Que las ayudas a la banca no costarían un solo euro a los
contribuyentes. Que no se contemplaba un “Banco Malo”. Que se crearía empleo de
calidad. Que se lucharía y se sancionaría con rigor la corrupción, cuando todo
el PP y hasta el presidente están bajo sospecha. Todos estas materias y otras
muchas más no se consideran “Asunto de Estado”, serían, para decirlo en
terminología friky de De Guindos o de Arias Cañete, “peanuts”, migajas. Y ahora
viene la prueba del algodón: cómo se va a solucionar el problema de Catalunya?
No se trata de salir del atolladero en que se ha metido nuestro “silencioso “
presidente con su amenaza mimética de
aplicación de la Constitución. Es
que, se vote o no la consulta, hay que
ser poco perspicaz para entender que habrá que coger el toro por los cuernos y olvidarse
ya de los medios agobiantes de propaganda utilizados para mantener a la opinión
pública enfrentada a la catalana que supone
el 20 % del PIB y de la población del país. Convendría que alguien les sugiriera
a nuestros fantasiosos políticos en el poder, que se abstengan de cualqquier
medidas de fuerza, pues es una tentación obsesiva de los necios cuando tienen que reflexionar y les
falta el hábito. Han tenido todo el tiempo del mundo y han permanecido en
silencio, seguramente pensando que en la Constitución vienen las soluciones y
que, fuera de ella sólo hay tinieblas. Decía George Brassens: “Todos los imbéciles
son de alguna parte”
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