UN JUEZ HONESTO Y VALIENTE: EL JUEZ CASTRO.
Descubrir en un juzgado de provincias al juez Castro, que se
está mostrando como la excepción entre la multitud de otros que se limitan a
aplicar la letra de las leyes a los encausados, supone una venturosa esperanza
de que la justicia en España sea eficaz y logre eludir la presión de políticos
y poderosos que quieren manipularla. Sus detractores argumentan que no es juez
por oposición, pretendiendo humillarle
llamándole “reenganchado”. A esos que así lo catalogan habría que preguntarles
si es que ganar una oposición garantiza
que sus sentencias sean más justas.
Se le quiere restar su inquebrantable voluntad de ser independiente e
insobornable aduciendo que al estar próxima su jubilación, que desea terminar
su carrera buscando protagonismo y notoriedad.. El juez Castro con su vigor y
sentido de responsabilidad se asemeja a
los jueces bíblicos que acrisolaban prestigio por su sabiduría y rigor en sus
juicios y sentencias y eran altamente considerados entre la población. Este
defensor del imperio de la ley por delante de otras razones ajenas a la
justicia está poniendo en evidencia a
otros miembros de la judicatura que se someten servilmente a las presiones de los poderosos que buscan un trato de favor
para librarse del peso de la ley. Ha
debido soportar la extraña actuación de la Fiscalía General, demostrando que es un órgano que depende jerárquicamente del
gobierno de turno que le nombra y al que debe subordinarse en su actuación en
las causas judiciales, mostrando su anacronismo al haber actuado como
defensor de una alta personalidad
imputada en una causa en la están en juego intereses de Estado, incumpliendo su misión de
ejercer la acusación en nombre del pueblo, como exige la legislación respecto
al estatuto de la fiscalía. . Se le ha
acusado de múltiples irregularidades en la instrucción de una causa con gran
proyección mediática, habiendo sido desautorizado por el tribunal ante el que presentó recurso la defensa. Por ello ha tenido que presentar
un nuevo auto de imputación que es considerado por los profesionales del
derecho como uno de los mejor argumentados, por lo que la defensa ha aconsejado
a su cliente que no lo recurra y como imputada comparezca, a pesar de la
tremenda presión mediática y de la judicatura en contra del auto del juez
Castro, argumentando razones sin base para rebajar la popularidad que está consiguiendo entre la sociedad harta ya
de ver que la tan reiterada declaración de que “todos los españoles son iguales
ante la ley”, no deja de ser un slogan que ofende a los que valoran la justicia
como una de las bases de la democracia . La pésima opinión que tiene la opinión pública de la justicia en
España mejoraría decisivamente con
jueces como el juez Castro.. Que cunda el ejemplo entre sus compañeros de
profesión.
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