POR QUÉ NO UN GOBIERNO DE SALVACIÓN NACIONAL?
Dadas las circunstancias y la situación de emergencia
económica y social en la que estamos enfangados, sería razonable un pacto entre
el PP y el PSOE para superar el caos al que nos han llevado ? Además de la incapacidad
de ambas formaciones para acordar
repartir sacrificios con dignidad, la realidad es que, con las perspectivas
electorales que les adjudican las encuestas
y sus situaciones reales presentes de ambos en la Comunidad Vasca y en
Catalunya, en las cuales han pasado a ocupar
puestos de cola en cuanto al
número de diputados, sería altamente
probable que ni siquiera ambos unidos pudieran formar un gobierno de emergencia remotamente capaz de salir de la emergencia
en la que nos han colocado cuando han gobernado. Las expectativas electorales
señalan grandes sorpresas, surgiendo partidos o coaliciones ahora inéditos. Que
se puede pedir a Rajoy y a sus ineptos ministros, entre los que sobresalen el
fantasioso De Guindos o el inefable Montoro, quien es el clown de sí mismo, o
el triste Soria, ninguno de los que no poseen
ni ideas ni coraje para .evitar la imagen de gobierno bananero que tanto
desprestigio está causando en el exterior? Rubalcaba tiene carisma como para
pasar sin peaje su enigmática participación
en el gobierno de Zapatero? Cómo es que no dimite de su cargo de Secretario General
de su partido a la vista de las raquíticas expectativas que se le otorgan en
las próximas primarias del PSOE? Cómo confiar en ambos líderes, quienes han provocado la grave tensión sin retorno en Catalunya? Cómo esperar
que esos políticos, que no se atreven a aclarar todo el entramado de la
corrupción y que tiene paralizada la
gestión normal de la administración, puedan merecer la mínima credibilidad? Que
quieren ocultar que el lobby de las compañías eléctricas les han rebasado y por
ello han recibido una severa amonestación de la UE? Serían capaces de detallar
a la ciudadanía con precisión y rigor la totalidad de las ayudas ocultas que se
han otorgado a los bancos para evitar su
quiebra.? Estarían dispuestos a hacer frente con realismo el drama de los desahucios que ordenan ejecutar fríamente los tribunales? Estarían dispuestos a poner un mínimo orden en las tramas de los
jueces que amenazan a los políticos y
mediatizan al ejecutivo, creando una psicosis de terror entre la población sin
recursos, pero que se pliegan servilmente y admiten que los poderosos dilaten sus declaraciones como imputados en juicios y
sentencias con innumerables recursos y por un exceso de garantismo? A ambos les dice Dante: “Lasciate ogni
speranza, voi ch´entrate”
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