CRITICAS AL COMITÉ DE VERIFICADORES DEL ALTO EL FUEGO.
Los que quieren que fracasen todos los intentos de paz en el
país vasco, como no saben qué argumentar, se les ha ocurrido poner en tela de
juicio al Comité de Verificación y lo hacen con argumentos tan peregrinos como
que no se sabe quien los ha nombrado. Hacen cábalas sobre quién les paga y
cuánto. Otros afirman que no es necesario, que si la organización quiere
entregar las armas, que se limiten a decir dónde están y que la fuerza pública irá a recogerlas. Que
los interlocutores de los terroristas tienen que ser la policía y la guardia
civil y que no se necesitan mediadores a quienes estos críticos les buscan
todos los resquicios que sirvan para trivializar la función que se les ha encomendado.
Al final, a la vista de la relación de armamento que hacen entrega a la Comisión
ante las cámaras de la BBC los miembros de ETA, frivolizan por ser escasas y porque están fuera de uso y otros
argumentos que ridiculizan a los que exponen sus ideas sin contenido y que la mayoría de prensa nacional ya se
encarga de dar agobiante publicidad. Por el contrario, los que creen que es
necesaria la paz, pero basada en la justicia, piensan que los componentes son
personalidades con profunda experiencia en resolución de conflictos enquistados
y que, además de dar pasos reales y publicidad internacional apoyada nada menos
que por la BBC a los actos que cumplen la hoja de ruta acordada, agradecen a dichos mediadores la valentía y la
imparcialidad con la que están actuando. Todos reconocen que la solución actual
al grave conflicto en el Ulster y en otros se lograron mediante la colaboración
de estas personalidades expertas, las cuales tienen conciencia de que conseguir
la paz con justicia merece el esfuerzo, aunque haya interesados en perpetuar el
conflicto para obtener réditos políticos y de otro tipo. No se dará cuenta el
Gobierno que esa política de obligar a rendirse al enemigo y ganar por goleada
no tiene recorrido, pues la proyección internacional que está adquiriendo el
conflicto vasco es de actualidad permanente en la prensa internacional y coloca
a los poderes del Estado en ridículo ante la opinión mundial? Rajoy y Felipe González no son ni Tony Blair,
ni John Major. Ni España es Gran Bretaña. Dice B. Atxsaga: “¿Quien puede dejar
de mentir cuando explicar la verdad resulta imposible?
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