PERIODISMO FETIDO Y CASPOSO.
.
Dicen ls encuestas que la profesión de periodista es,
después de policía y juez, la que produce más rechazo entre la población.
Hombre, habría que matizar: los hay buenos y malos, pero es sintomático que los
opinion-makers tengan tan escaso atractivo.. Viene a cuento porque en un
programa de televisión el juez Elpidio Silva, personaje de actualidad por haber
sido suspendido de su profesión de juez por encarcelar a Blesa, accedió a someterse a una rueda de
prensa con preguntas de un grupo de periodistas. Entre ellos estaba Eduardo
Inda, quien, tratando de ser original y
con sonrisa intencionadamente provocativa,
sometió al juez a una serie de preguntas frívolas que nada tenían que ver con
el hecho por el que se convocó la rueda de prensa. Le acusó de no ser juez por
oposición, sino que lo hizo por el “Cuarto turno”. Que había sido apartado de
la carrera judicial. Que si no tenía abuela, pues relató su excelente
curriculum académico y profesional. El juez le soportó por un breve espacio de
tiempo, pero al comprobar que la intención de Inda era denigrarle y crear una
imagen de juez vengativo e injusto por enviar a Blesa a prisión, Silva se
enfrentó con educación, pero con contundencia para rebatirle. Como Inda no
cesaba de interrumpirle con puntualizaciones y gracietas, el jueza dijo al
director que no iba a contestar a aquel
periodista porque obraba con mala fe,
además de ser un ignorante, aal como detalló el citado juez. El director quiso que
no se perdieran las formas, pues Inda se sintió ofendido por haberle llamado
ignorante y mentiroso, por lo que rogó al juez que se disculpara. El juez
respondió que no lo haría, pues consideraba que no le había faltado,
demostrándole con argumentos que ignoraba algunos detalles de su proceso y que
defendía afirmaciones que eran
objetivamente falsas sabiendo que
lo eran. El periodista tuvo que guardar un silencio sepulcral ante el cúmulo de
evidencias que le planteó Silva. Este periodista es el arquetipo del
manipulador de una prensa que se basa en la gran capacidad de difusión de ideas carroñeras y que han creado una cultura
nacional de popularizar y defender a
delincuentes de toda clase de su pesebre, pero denigra al que se
enfrenta con la verdad con los poderes ocultos a los que este tipo de provocadores,
frívolos e incultos gaceteros apoyan con sus insidias. Y pensar que les asiste
el derecho a la libertad de expresión…
No hay comentarios:
Publicar un comentario