PROYECTO DE PRESUPUESTOS PARA 2016

PROYECTO DE PRESUPUESTOS PARA 2016

Rajoy está descontrolado: no se sabe si por los “éxitos” que está logrando para superar la crisis o  teme no ganar las elecciones generales próximas.  De ahí la hiperactividad  de estos últimos meses, lo que debiera haber hecho a lo largo de los cuatro años de legislatura.  Lo de los presupuestos del 2016  roza el esperpento, pues piensa que elaborándolos y aprobándolos con su mayoría   le va a dar mayor chance en las elecciones. No es más que un brindis al sol, pues si las ganan otros, los cambiarán para ajustarlos a su programa. Puede que quiera dejar atado y bien atado  su salida del gobierno  y no dejar marrones acusatorios que se le puedan imputar. En el proyecto presentado hay un dato crítico que debiera hacérselo mirar: en el capítulo de gastos financieros previsto es de 35.519 millones de €, que supera  lo previsto para educación, sanidad y otros capítulos de contenido social, aunque están transferidos a las comunidades, por tanto, de difícil valoración. Esta cifra sideral de gastos financieros muestra la “eficaz” gestión de nuestras autoridades económicas que han logrado que la deuda pública sea el 100% del PIB. De ahí que tendremos a perpetuidad la pesada mochila que es la causa de los recortes  en el gasto social y limitará crecimientos futuros. Sin olvidar que dichos gastos financieros son beneficio para los bancos para recapitalizarlos con fondos públicos a base de abonar altos intereses a los “mercados” por los créditos que recibe el Estado para ser transferidos a a los bancos rescatados a un tipo de interés simbólico, de esa manera puedan lograr los espectaculares beneficios que se vienen  publicando en la prensa.  Bancos que desahucian a  propietarios de sus viviendas,  que se han apropiado de fondos que las autoridades europeas y el BCE  han destinado a financiar y potenciar la actividad económica de las empresas para hacer frente a la crisis y crear empleo. Bancos enfangados en la corrupción, que son los que han generado la crisis de las subprimes,  burbujas inmobiliarias,  indemnizaciones inmorales a sus directivos, sus preferentes y quiebras, todo ello fruto de su incompetencia y carencia de ética y responsabilidad.  Es lo  que ahora  está pagando la ciudadanía con fondos públicos, aunque los banqueros siguen como pavos reales. .