MACABROS ESPECTACULOS TAURINOS
Al margen del apasionamiento con el que se justifica la
existencia de las corridas de toros, consideradas por las sociedades mundiales
de protección de los animales como espectáculo cruel y salvaje, porque se basan
en el sufrimiento gratuito de seres vivos, en España los términos de la
confrontación llegan a extremos sonrojantes
para cualquier ser civilizado capaz de pensar. aunque esta degradación tan
primitiva está languideciendo a medida que la población adquiere cultura. Son los encierros
populacheros en pueblos de la España profunda en los que las masas cumplen el ritual incomprensible de arriesgarse
corriendo delante de los toros, unas veces para encerrarlos y otras para
acosarlos hasta la muerte.. Observar esta crueldad resulta grotesco, pues el
juego consiste burlar al toro sin que le
empitone, dada su formidable fuerza junto al pavor que siente al ser azuzados por la plebe desmadrada que se pavonea creyendo que
ejerce un arte, cuando sólo es una crueldad sin sentido. Este tipo de diversión está tan difundido,
que no hay pueblo que no celebre ese momento de gloria. Son múltiples las
variedades: en unas se les colocan antorchas encendidas en los cuernos para ser
burlados por los mozos que arriesgan la vida en cada lance y que, lógicamente,
requiere de medios sanitarios en caso de
ser empitonados. En Tordesillas se llama
el Toro de la Vega y consiste en liberar un toro en el campo persiguiéndole la multitud desbocada,
provocándole con todos los medios a su alcance, alanceándolo hasta que muere
agotado y las heridas. Otro es arrojar una cabra desde lo alto del
campanario de la iglesia para que se mate. Todos los años su producen muertes
como consecuencia del valor que los mozos quieren mostrar ante sus vecinos: una muestra de insensibilidad
y machismo que lleva a enfrentamientos entre entidades de protección de
animales, con los defensores de las esencias patrias carpetovetónicas que
argumentan que los toros no sufren al
ser acosados y muertos con violencia. Es
decir: según los protaurinos, los toros
heridos de muerte, por lo visto son animales protegidos por los dioses. Es hora
ya de dar fin a tanta necedad y se
impongan sentimientos propios de sociedades
civilizadas.
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