EL SANEDRIN DE LA CASTA
CONDENA A MONEDERO
No cesan de provocar a Podemos, otra cosa es que, en lugar
de derrotarle, le hagan una propaganda gratuita que no esperaban. Parece que pertenecer
a la casta presupone torpeza, pero es que el poder corrompe y atrofia las meninges. La
comedia montada contra Monedero porque le acusan de que una simple factura iba
sin IVA. Aclarar que facturas a
extranjeros no están sujetas a ese gravamen. Por tanto esa acusación es un
despropósito que parece mentira que algún asesor les debería haber prevenido. Pero lo que colma
el vaso es la crítica de un periodista en un debate en la TV, quien trata de darle un
sesgo ético al ataque y acusa a Monedero
de facturar por unos trabajos realizados como persona individual y lo haya hecho
a través de una empresa unipersonal, algo
perfectamente lícito y normal. Como es sabido, el tipo de gravamen en
Sociedades es inferior al que correspondería como si tributara como persona
física. El periodista apela a la ética y le sugiere que tribute a mayor tipo,
pues así ayudaría a aliviar las finanzas públicas. Lo nunca visto: un
periodista dando lecciones de ética a un profesor inminente, quien curiosamente
fundó la empresa por la que facturó en
España, pudiendo hacerlo desde cualquier otro país o paraíso fiscal. No,
tributó por otros impuestos en este país y no como lo hacen los protectores
del periodista que daba lecciones de
ética, en Liechtenstein, Suiza, Luxemburgo o en la Isla de Man. Los responsables
de Podemos se deben estar frotando las manos al ver que la artillería que tienen los de la casta dispara
con pólvora mojada. Su estrategia de ataque tan
poco imaginativa es lo que está dando auge a Podemos. Su cúpula está compuesta por intelectuales bien formados, honestos y con la voluntad de liberar la política española de corruptos y sin un gramo de ética, como la que
el periodista exige a Monedero. Aunque podría suceder que su falta de
experiencia política y que al confundir
la universidad con la vida de la ciudadanía les obligue a revisar algunos
puntos poco realistas de su programa, pero es preferible soñar que chapotear en
el cenagal con satisfacción, como es el caso de los que exigen ética. Ya lo
avisaba Marx: “Un idiota callado parece menos idiota”
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